EFE
ROMA, ITALIA.- La Policía italiana cerró ayer, con centenares de denuncias, la segunda fase de la operación “Canal Grande” contra la pederastia en Internet, que ha puesto al descubierto ramificaciones en más de 70 países.
Esta operación, impulsada por la Policía Postal de Venecia de forma paralela a otras investigaciones europeas, ha revelado la existencia de una vasta red que difundía material pornográfico infantil en los cinco continentes, a través de uno de los servicios de archivos compartidos más conocidos de Internet.
La acción policial de las autoridades italianas tuvo lugar pocas horas después de una operación contra la pederastia de la Guardia Civil española, pero ambas no están directamente vinculadas, según precisó la directora de la sección operativa de la Policía Postal del Veneto, Sabrina Castelluzzo.
Una veintena de personas fueron detenidas el miércoles en trece provincias españolas en la llamada operación “Cerbero”, que puso al descubierto la existencia de una red de pederastia on-line extendida en doce países de Europa y Latinoamérica, en la que están implicadas medio millar de personas.
Sin embargo, en este caso la distribución de imágenes pornográficas se realizaba a través de un “chat” público, mientras que en la red destapada en Italia la difusión se hacía por medio del sistema de “file sharing”, carpetas y archivos que se ponen a disposición de una comunidad de usuarios, señaló Castelluzzo.
La primera fase de la operación “Canal Grande” -que tuvo lugar el pasado noviembre- sí se extendió a España, donde en el marco de la misma investigación fueron detenidas 93 personas, según los datos que maneja la Policía italiana.
También se practicaron entonces numerosos arrestos relacionados con la misma red de pederastia en Grecia, Noruega y Polonia, añadió la representante policial.
En la segunda fase de la operación, lanzada ayer, más de 300 agentes italianos practicaron cerca de 80 registros en quince regiones del país y se incautaron centenares de ordenadores y miles de disquetes y CD-ROM que serán analizados por expertos.
La Policía ha identificado además a 89 italianos supuestamente implicados en esta red, entre los que hay profesionales, funcionarios (algunos de las fuerzas del orden), estudiantes y personas relacionadas con el mundo juvenil, como profesores y educadores.
