México, (Notimex).- Un cementerio católico de la época de la Colonia (1521-1821) en la Ciudad de México, fue descubierto recientemente en el área que actualmente ocupa la entrada de acceso al Jardín de los Leones, del Bosque de Chapultepec, informó la arqueóloga Guadalupe Espinosa.
Espinosa, quien es coordinadora del Proyecto Arqueológico Bosque de Chapultepec, también dio a conocer -según el Instituto Nacional de Antropología e Historia- (INAH) que se hallaron 40 esqueletos humanos que dan cuenta de las costumbres funerarias y de la presencia de un pueblo indígena, tras la llegada de los españoles.
La fuente indicó que el hallazgo fue detectado durante los trabajos de rehabilitación de la Primera Sección, al excavar las cajas de postes que sostendrían la reja de acceso a dicho jardín, y cuyo descubrimiento representa una importante aportación a los estudios de patrimonio arqueológico dentro de contextos urbanos.
Al dar a conocer los avances de la investigación correspondiente al periodo febrero-abril de 2005, la arqueóloga señaló que como parte de este proyecto impulsado por el INAH, se efectuó dicha excavación en un área de 30 metros cuadrados, en la que se han ubicado contextos estratigráficos y culturales (artefactos y cerámica mexica y colonial) correspondientes a los siglos XVI al XIX.
Abundó que a 1.50 metros de profundidad con respecto a la superficie, se hallaron 40 osamentas humanas in situ que incluyen adultos, niños y bebés, cuya edad, se estima, oscilaba desde los 50 ó 60 años, hasta recién nacidos.
Los esqueletos conservan una orientación entre los 75 y 90 grados al este respecto del Norte, excepto el correspondiente a un bebé enterrado en una olla café sencilla, con cajete de pasta naranja a manera de tapa o plato.
Otras osamentas adultas, detalló, presentan ofrendas como navajillas de obsidiana, pelotas de piedra, cuentas de caracoles, mineral azul turquesa y algunos comales en pasta naranja, similar a los hallados en las excavaciones de la Catedral de la Ciudad de México.
Espinosa subrayó que el hallazgo, que representa el primer panteón católico de la época del contacto español, en lo que es el sector poniente del Distrito Federal, sugiere en un principio dos aspectos: La orientación de los individuos colocados hacia el Este, era una práctica asociada a las costumbres de enterramiento durante la Colonia; y una más que refiere la presencia de un pueblo indígena en Chapultepec posterior a la Conquista, ocurrida en 1521.
"Si bien hay evidencias tangibles en Chapultepec de la existencia de un pueblo mexica, este nuevo hallazgo habla de la extensión de su territorio en el lugar", comentó la investigadora.
Mencionó que se ha logrado determinar que este panteón era también el atrio de una antigua iglesia de San Miguel Chapultepec, correspondiente a la orden franciscana que, seguramente, inició con una capilla abierta donde se congregó a los indígenas, y aunque todos los esqueletos presentan una posición extendida y con las manos cruzadas a la usanza católica, en la Colonia sólo se enterraba a quienes estaban bautizados.
El bautismo es la manera en que se convierte al Catolicismo, y quizá el bebé enterrado en la olla, fue depositado de manera clandestina, lo que apunta hacia la permanencia de prácticas indígenas, comentó.
Respecto a la conservación de los esqueletos, señaló que prevalece un 40 por ciento de su estado, y que se vieron dañados por la introducción de tuberías de asbesto, metal y cemento durante obras de drenaje en la década de los años setenta, tal vez durante la edificación del Circuito Interior o del Sistema de Transporte Colectivo (Metro).
A lo anterior, dijo, se suma la compactación relevante de las capas estratigráficas superpuestas, generada por el apisonamiento que causó el flujo de visitantes al Bosque de Chapultepec, por lo menos desde hace 30 años.
Espinosa precisó que la mayor importancia del hallazgo radica en el conocimiento de la alta potencialidad de patrimonio arqueológico que subyace en el área de Chapultepec.
En ese sentido, agregó que las líneas de estudio sobre las causas de muerte que pudieron haber prevalecido en la época, refieren a anemias, desnutrición, vejez, riesgos de trabajo, inundaciones y posibles epidemias; información que será procesada por antropólogos físicos y mediante otros análisis para su determinación precisa.
El cementerio se supone que se encontraba en el atrio de la antigua iglesia franciscana, la cual era una pequeña parroquia anexa de Tacubaya, y que fue el antecedente de la actual parroquia de San Miguel Chapultepec.
Sin embargo, los cimientos originales, seguramente se localizan debajo del puente o fueron arrasados durante obras de la vialidad del Circuito Interior.
Por otra parte, Espinosa informó que el Proyecto Arqueológico Bosque de Chapultepec, continúa desarrollándose bajo tres líneas de investigación.