Madrid, (EFE).- Un grupo internacional de investigadores ha descubierto una nueva galaxia satélite de la Vía Láctea, a la que han bautizado con el nombre de Ursa Major.
En el equipo participa el español David Martínez-Delgado, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC), quien informó en Madrid de este hallazgo.
Ursa Major es la galaxia de luminosidad más débil jamás encontrada, de tal forma que algunas de las estrellas de la Vía Láctea emiten más luz que ese cúmulo al completo, según el CSIC.
La nueva galaxia es una esferoidal enana, no tiene gas y sus estrellas están a mucha distancia entre ellas.
El descubrimiento forma parte de una búsqueda sistemática de compañeras galácticas realizada en colaboración con el Sloan Digital Sky Survey (SDSS), un ambicioso proyecto internacional de cartografiado del cielo que determinará la posición y luminosidad absoluta de más de 100 millones de objetos celestes.
Gracias a los datos del SDSS, los astrónomos descubrieron una ligera concentración de estrellas gigantes rojas, lo que suele ser un síntoma de la existencia de una galaxia enana o de un cúmulo globular (grupos de hasta varios millones de estrellas que se encuentran en las regiones externas de la galaxia).
A partir de esta hipótesis, los astrónomos emplearon el telescopio Isaac Newton, situado en la isla española de La Palma, en el Atlántico, para determinar la naturaleza del objeto.
El estudio confirmó que se trataba de una galaxia enana, puesto que su tamaño excedía en 10 veces el del cúmulo globular más grande conocido.
Además, Ursa Major presenta un gran parecido con la galaxia del Sextante, otra satélite enana que forma parte del entorno de la Vía Láctea, en la que están también dos galaxias enanas más masivas -las nubes de Magallanes-, y diez pequeñas y débiles, como la descubierta por el equipo de Martínez-Delgado, del Instituto de Astrofísica de Andalucía.
El estudio de las galaxias enanas, las más numerosas del Universo, es la clave para comprender los procesos de formación de las galaxias porque son "los ladrillos" a partir de los cuales se forman las galaxias mayores, como la Vía Láctea.
El modelo de formación de galaxias más aceptado hoy día, el que postula la intervención de la denominada materia oscura fría, exigía la existencia de un mayor número de galaxias enanas de las censadas, lo que se conoce como el problema de las "galaxias perdidas".
Este problema de las galaxias perdidas podría estar ahora en vías de solución, según los investigadores, ya que el descubrimiento de Ursa Major, realizado casi al límite de sus posibilidades de detección, sugiere que existen más en los alrededores de la Vía Láctea.