San Salvador, (EFE).- Huesos, pedazos de cerámica, la figura de una mujer y restos de obsidiana de unos 2,500 años de antigüedad componen el tesoro aparecido en la ribera del río Verapaz de El Salvador, tras el paso del huracán Stan.
Stan causó a principios de octubre 69 muertos y miles de personas fueron evacuadas, mientras que las pérdidas ascendieron a más de 200 millones de dólares en El Salvador, donde las autoridades decretaron el estado de emergencia nacional y calamidad pública.
Pasadas las tormentas y cuando las aguas de los ríos empezaron a bajar, pobladores de Verapaz, villa ubicada a unos 71 kilómetros al este de la capital, avisaron del hallazgo de los restos arqueológicos al alcalde Valentín Alfaro, quien lo notificó al gubernamental Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA).
Los restos están incrustados en una escabrosa pared de unos nueve metros de alto rodeados de maleza y custodiados por una pendiente llena de rocas, y con un muro de tierra que está a punto de derrumbarse.
José Erquicia, arqueólogo de CONCULTURA, dijo a EFE que, junto con uno de sus colegas, Marlon Escamilla, constató el hallazgo el pasado 25 de octubre.
Y subidos en largas escaleras, los expertos iniciaron una investigación del lugar.
Tras el análisis, los arqueólogos descubrieron que los huesos, presuntamente humanos, y los pedazos de cerámica datan del período Preclásico Medio, es decir, entre los años 900 y 400 antes de Cristo.
Este descubrimiento es el segundo que se da en la zona del río Verapaz, ya que en 2001 se localizó un "entierro" del mismo período, en el que una comunidad habría sepultado a un "personaje importante" del lugar junto con algunos de sus súbditos, que fueron sacrificados para la ocasión, incluidos varios niños.
La prueba de la presencia de niños en las sepulturas fue un diente de uno de ellos.
El material arqueológico encontrado en 2001 puede ser contemplado en el Museo Nacional de Antropología e Historia (MUNA) de la capital salvadoreña.
La pequeña muestra localizada recientemente podría correr la misma suerte o formar parte de un museo en Verapaz.
Sin embargo, el experto de CONCULTURA indicó que no se ha podido deducir a qué cultura pertenecen los dos grupos de vestigios.
Algunas teorías señalan que podría tratarse de comunidades "pre mayas", pero los arqueólogos no se atreven a aseverarlo, aunque confirman que los restos pertenecen a etnias contemporáneas a los olmecas.
Los olmecas fueron los más antiguos escultores de Mesoamérica. No se sabe a ciencia cierta el número de sitios olmecas que existieron en América pero sí que fueron muchos.
Estos pueblos se asentaban en colinas de baja altura o planicies cerca de ríos y lagos.
