Londres, (EFE).- Un cuadro que representa a una anciana criada con una toca blanca, olvidado durante siglos después de que alguien alterara la pintura original, ha sido autentificado como de la mano de Rembrandt (1606-69).
Tras eliminar varias capas de pintura añadidas al cuadro, los especialistas descubrieron un estudio íntimo de los efectos de la luz, tan típicos del maestro holandés y dataron el cuadro en torno al año 1640.
Un artista anónimo del siglo XVII sustituyó el cuello blanco del vestido pintado por Rembrandt por una bufanda de piel en un aparente intento de hacer más atractivo al personaje.
La sala de subastas Sotheby's exhibirá el cuadro del 2 al 7 de diciembre en su sede londinense antes de llevarlo a Nueva York el 26 de enero, en coincidencia con el 400 aniversario del nacimiento del pintor.
George Wachter, vicepresidente de Sotheby's, calificó el descubrimiento como uno de los más apasionantes de su carrera.
Wachter fue invitado hace tres años a examinar el cuadro, que había sido comprado en la década de los años setenta a una galería de Nueva York por una pareja de coleccionistas de Fort Worth.
Los expertos de la casa de subastas quedaron tan impresionados que pidieron ayuda a Ernt van de Wetering, del Proyecto de Investigación sobre Rembrandt, y Martin Bijl, ex director de la Conservación de Pinturas del Rijksmuseum, de Amsterdam.
Tras dos años de investigación se ha descubierto el retrato de una mujer de perfil con la orejera de la toca vuelta hacia arriba para mostrar un hierro que fija esa prenda a la cabeza.
Los efectos de la luz sobre la toca y el cuello blancos, y la presión del hierro sobre la piel del rostro de la mujer son de un realismo extraordinario y muestran claramente la mano del maestro.
"Todo la relaciona con Rembrandt. Está pintada maravillosamente con pinceladas gruesas, y la toca sólo pudo pintarla él", afirma George Gordon, del departamento de pintura moderna de Sotheby's.
La atribución a Rembrandt se confirmó tras una serie de pruebas, exámenes con rayos X y análisis de pigmentos.
Según Sotheby's, se descubrió incluso que la tabla utilizada por el artista procedía del mismo árbol que otras tres tablas pintadas por él o de su taller.
Se cree que el cuadro redescubierto ahora puede alcanzar en el mercado un valor de 3.3 millones de euros.