EL SIGLO DE TORREÓN
El Cristo es un atractivo visual increíble, gracias a la panorámica de la ciudad que ofrece desde el Cerro de las Noas.
El miércoles pasado a medio día, la lente de El Siglo de Torreón captó a algunos visitantes que acudieron a este complejo turístico y religioso.
Gente local y foránea recorría el lugar, como la gomezpalatina Claudia Robles, quien iba con María y Angélica Lucero, de El Paso, Texas.
Buenos momentos departían los amigos José Luis Prado, Vanessa Corvera, Cristina y Sofía Esparza.
Y como ellos, muchas personas han llegado hasta ese sitio movidos por su fervor religioso y por el deseo de encontrar un momento de reflexión ante esa impresionante vista.
El Cristo de las Noas es el más alto ejemplo del fervor popular torreonense y es obra del escultor Vladimir Alvarado, quien lo emplazó como monumento arquitectónico. Fue hecho a iniciativa del sacerdote Rodríguez Tenorio.
Miles de rocas se trasformaron en un santuario; sobre el Cerro de las Noas se forja uno de los proyectos más ambiciosos en la Comarca Lagunera: un complejo turístico religioso.