EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Anoche, el escenario del Teatro Isauro Martínez se vistió de gala para el concierto del cubano Jorge Luis Prats, dentro del marco del Festival Internacional de Piano Sala Beethoven.
En este concierto Prats demostró su virtuosismo frente a un programa difícil y con piezas de grandes autores como Mozart, Schumann y Frank , entre otros.
El pianista cubano encantó al público asistente, que correspondió con aplausos al concluir la presentación.
El programa comenzó con Wolfgang Amadeus Mozart, de quien interpretó Sonata en Fa Mayor K 332 con los movimientos Allegro, Adagio y Allegro Assai.
Este concierto incluyó piezas desde lo más puro y clásico, a grandes románticos y transformaciones de lo que hoy en día es la música.
Le siguieron piezas como Estudios Sinfónicos de la Op. 13, en la cual se incluyeron las variaciones póstumas, que en entrevista horas antes de iniciar el concierto el pianista dijo que ?incluyen las variaciones póstumas, es decir, una parte de esa obra que se encontró en unos manuscritos después que él murió?.
Sin duda, el pianista demostró en tierras laguneras el porqué es uno de los más reconocidos músicos en el mundo, pero eso no le aparta de su compromiso como ser humano. ?Yo creo que siempre llegar a un lugar es importante, el hecho de que haya escogido un programa tan difícil no es lo importante para el público, finalmente el contenido espiritual es lo que importa.
?Yo viajo por el mundo pensando en que la gente vive enfrascada en problemas totalmente terrenales y nos comemos platos ?super? apetitosos; sin embargo, el plato más flojo que tiene la sociedad mundial hoy en día es el del alimento espiritual, creo que si en algo yo puedo servir con mi música es a dejar un pedacito de algo que la gente después no puede tocar, no puede palpar, pero que pueden vivir y haberle dado un espacio real a lo que realmente somos: seres humanos?.
