Sin higiene, contaminados y de origen desconocido, los antojitos banqueteros tienen gran demanda
Con el estómago vacío, los duranguenses desestiman los daños que pueden ocasionar en su salud el consumir alimentos preparados en la vía pública, los cuales se encuentran expuestos a toda clase de contaminación y comerlos puede tener resultados fatales.
El pequeño puesto ambulante, estacionado en un esquina de céntrico crucero de la ciudad capital está rodeado de muchas personas. El letrero de ?rica barbacoa? resulta por demás atractivo para los transeúntes que aprovechan unos cuántos minutos de su agitada agenda para comer.
A pocos metros de distancia, agua sucia encharcada. El mal olor de las alcantarillas en ocasiones golpea el olfato con el ligero viento. Pero el taco no pierde sabor con el humo que desprenden los autobuses del transporte público que pasan constantemente, ni tampoco por la basura regada por la calle, ni por el perro callejero que pide la clemencia de los comensales.
Tampoco pasan por la cabeza las recomendaciones emitidas por las autoridades sanitarias del riesgo que se corre por consumir alimentos en la vía pública. Según el presidente del Colegio Médico de Durango, Juan López, las enfermedades a las que se expone la persona por alimentarse en precarias condiciones de higiene son múltiples, desde una simple diarrea hasta una fiebre tifoidea.
?Todo este tipo de enfermedades son gastrointestinales y tienen muchos factores, como el tráfico, la tierra, el polvo; a eso le agregamos que la persona que está vendiendo los alimentos también cobra, no se lava las manos, entonces se mezclan más bacterias de diferentes tipos?, alertó el galeno.
También hizo especial énfasis a lo que corresponde a la presencia del rotavirus, ya que se aumentan los casos en temporada invernal y comer en la calle es un factor de riesgo para los menores de edad; quienes del mismo modo corren mayores riesgos de que su frágil cuerpo no soporte las infecciones son los ancianos. Así que de no recibir la atención adecuada, el antojo puede terminar en hospitalización.
Pero tal información no importa demasiado a los clientes de estas ?fondas ambulatorias?. ?Por lo regular casi todos los días hago una comida en los puestos de la calle, a veces es por antojo pero es que por lo regular no tengo tiempo para ir a mi casa?, platicó el joven Braulio Ramírez Cuamatzi.
A quien tampoco le alcanzan las horas para ir a su hogar y comerse un plato de sopa caliente es a Rigoberto Ariano Simental, quien por lo menos de tres a cuatro veces por semana disfruta del menú de antojitos mexicanos a la intemperie.
?Pues es que con el trabajo no me da tiempo de ir a mi casa a comer. Pues sí he escuchado que se puede uno enfermar por comer en la calle pero ni modo, es el riesgo que hay que correr?, destacó el duranguense.
Por supuesto que las mujeres de igual forma ceden ante las tentaciones de la gastronomía típica callejera, y son quienes comparten el bocado con los menores de edad.
?Pues no es muy frecuente que comamos en la calle, pero a veces los niños piden. Lo que nos gustan son las gorditas. Si sé que corres el peligro de enfermarte pero como casi no comemos así no me preocupo?, dijo María de Jesús Alvarado Sánchez.
?No acostumbramos comer mucho en la calle, sé que es un peligro para contraer alguna enfermedad del estómago pero el niño me pedía de comer aunque ya había desayunado?, platicó Elvira Serrano mientras el pequeño Óscar de tres años, le daba una gran mordida a su tortilla con carne.
PELIGRO
Es primordial la higiene
La fiebre tifoidea es una enfermedad causada por una bacteria que es común en muchos países del mundo, denominada, la Salmonela typhi. De acuerdo a lo establecido por el presidente del Colegio Médico, Juan López, los principales síntomas son temperatura elevada (arriba de los 40 grados que pueden ocasionar convusiones), evacuaciones diarreicas y dolor de cabeza.
La mayoría de las personas adquieren fiebre tifoidea comiendo o bebiendo alimento o agua contaminados. Frutas crudas y vegetales, leche y crustáceos son los tipos de alimentos más a asociados con la enfermedad.
Personas con este mal pueden experimentar síntomas severos o leves.
