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PARíS, FRANCIA.- El presidente Jacques Chirac designó ayer a Dominique de Villepin, la voz más estridente de Francia contra la guerra de Irak, para encabezar un nuevo Gobierno en respuesta a la humillante derrota en la consulta sobre la Constitución Europea.
Villepin, de 51 años, pasa de la cartera del Interior a reemplazar a Jean Pierre Raffarin, cesado después que el electorado rechazó por mayoría aplastante el domingo el pedido de Chirac para la ratificación de la Constitución de la Unión Europea.
Chirac encargó a Villepin la formación de un nuevo Gabinete. El ex canciller llegó al palacio presidencial del Elíseo minutos después que el presidente despidiera a Raffarin con un apretón de manos en la escalinata del palacio.
Nicolas Sarkozy, que preside el partido centroderechista de Chirac, fue designado nuevamente ministro del Interior dejado por Villepin, dijo el legislador Yves Jego a la radio France-Info. La oficina de Chirac no confirmó la designación de Sarkozy.
Villepin pasa a encabezar el Gobierno en un momento difícil: el desempleo oscila en torno a diez por ciento y el mundo político francés intenta digerir la derrota del domingo, que fue una humillación para Chirac.
No obstante, Villepin nunca ocupó un cargo de elección popular, por lo que no goza de simpatías entre algunos sectores de la sociedad francesa. ?Es una catástrofe, una verdadera catástrofe?, dijo Philippe Moreau Defarges, un investigador del Instituto Francés para las Relaciones Internacionales.
?La gente se volcará a las calles para exteriorizar su descontento. Es un hombre que nunca fue elegido a cargo alguno, que en nada representa al pueblo. Esto acabará mal. Esta crisis aún no ha terminado?.
Prevén rechazo en Holanda a constitución
Al tiempo que los dirigentes nacionales emitían una exhortación de último minuto en favor de la Constitución de la Unión Europea, varios sondeos indicaban que el electorado holandés rechazará el documento hoy miércoles por un margen incluso más amplio que el emitido el domingo por los votantes franceses.
Un segundo repudio en una semana sería fatal para el documento, y obligaría a los líderes del bloque de 25 miembros a reconsiderar la dirección de la integración europea cuando se reúnan en Bruselas dentro de dos semanas.
?Cuando dos Estados miembros fundadores votan en contra, la crisis parece grave?, dijo Aurore Wanlin, analista del Centro para la Reforma Europea basado en Londres.
Un voto negativo sería una debacle para el primer ministro Jan Peter Balkenende, pero es poco probable que conduzca a renuncias o a una reestructuración del Gabinete.
Dos sondeos publicados el lunes indicaron que cerca de un 60 por ciento de la opinión pública rechaza la constitución y muestra incluso mayor resistencia al documento que el electorado francés, que votó 55-45 en contra del tratado.