Continúan los interrogatorios de personas relacionadas con el suceso que puedan ayudar a conocer las causas del incendio.
Madrid, (EFE).- La estructura calcinada del rascacielos "Windsor", con 106 metros de altura, se desmontará desde el exterior con unas enormes grúas y en un plazo aún no determinado, explicó hoy el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.
El alcalde madrileño y los responsables municipales del área de Urbanismo y de Seguridad aseguraron que se desconoce el coste que implicará la demolición del esqueleto de este edificio, que fue destruido por las llamas el pasado fin de semana.
Ruiz-Gallardón también anunció la reducción a 60 metros de radio del perímetro de seguridad establecido en torno a la siniestrada torre "Windsor", lo que permite la reanudación de su actividad normal a varios edificios de oficinas colindantes.
Asimismo, ya se permite la circulación de peatones y vehículos en dos tramos de calle hasta ahora cerrados, pero seguirá la suspensión de la línea del metropolitano que discurre debajo de la zona afectada, por lo menos hasta que concluya la demolición del rascacielos.
Sin embargo, el centro comercial gestionado por la firma "El Corte Inglés", cuya estructura está unida al "Windsor", seguirá parcialmente cerrado hasta que se construya un muro de separación con la parte clausurada.
Los responsables del Ayuntamiento madrileño mantendrán en breve un encuentro con directivos de este centro comercial, uno de los más grandes en superficie de la capital de España, para acelerar la construcción de este muro que permita abrir parte de sus instalaciones al público.
Además, el alcalde de Madrid anunció que será convocada la comisión municipal especial o de investigación que piden los grupos de la oposición en el Ayuntamiento, pero sólo cuando finalice "la investigación penal abierta".
Cuatro agentes de la Policía Científica española entraron a primeras horas de la mañana en el rascacielos, situado en pleno centro financiero de Madrid, para proseguir con la búsqueda de pruebas que esclarezcan las causas del incendio, informaron fuentes de la investigación.
Las fuentes añadieron que, además, continúan los interrogatorios de personas relacionadas con el suceso que puedan ayudar a conocer las causas del incendio.
La Policía Científica entró ayer, miércoles, por primera vez en el edificio, después de que lo inspeccionaran cuatro bomberos, dos de ellos arquitectos, que comprobaron que el rascacielos se encuentra bastante afectado y que la estabilidad de su núcleo central es relativa.
Además, un informe elaborado por el Departamento de Control de la Edificación del Ayuntamiento de Madrid sobre el estado de la torre "Windsor", establece que debe ser declarado "en ruina" procederse a su demolición, dada la "gravedad y extensión de los daños" causados por el incendio.
Ese documento, elaborado tras la entrada ayer en el edificio de los técnicos del citado departamento y dado a conocer hoy en rueda de prensa, no deja lugar a dudas sobre la ruina de la torre.
Entre otras muchas cosas se refiere al "pésimo estado de las crujías exteriores", las "deformaciones en los pilares de las fachadas" y el "deterioro muy importante" de los forjados.
Incluso en el núcleo central, la parte del rascacielos que mejor resistió el fuego, se han detectado "abombamientos, agrietamientos y derrumbamientos parciales" y "desmoronamiento del hormigón en las esquinas".
Las grúas que realizarán la delicada tarea de coger las "piezas", cortarlas y bajarlas al suelo comenzarán a trabajar en breve, aunque hoy mismo se inician los trabajos previos que permitan instalar la maquinaria, entre ellos la retirada de escombros y el recalzamiento de algunos sótanos, explicaron fuentes municipales.
La demolición del "Windsor" llegará, según el informe, hasta "la planta técnica inferior", donde comienza el cuerpo de la torre.
El Gobierno municipal ya ha encargado el operativo a una empresa constructora que resultó adjudicataria, mediante un concurso realizado hace años, de las actuaciones de urgencia en edificaciones de esta zona de Madrid.
El alcalde explicó que el Ayuntamiento de Madrid se acoge a la normativa vigente para realizar estos trabajos mediante lo que se denomina "actuación inmediata".
Por otra parte, tanto el alcalde como el responsable de Seguridad municipal prefirieron, hasta que concluya el procedimiento judicial abierto, no entrar en posibles responsabilidades.
En este sentido, Ruiz-Gallardón manifestó que "no podemos hacer juicios paralelos".