El chino She Xiangling pidió una indemnización de 518,000 dólares "por sus pérdidas y sufrimientos".
Pekín, (EFE).- El ciudadano chino She Xiangling, que pasó 11 años en la cárcel por un delito que nunca cometió, ha demandado al Estado una compensación por las torturas físicas y psicológicas que sufrió, informó la prensa oficial.
She, cuyo caso conmocionó a China y sacó a relucir los problemas de la Justicia en ese país, pidió una indemnización de 518,000 dólares (400,000 euros) "por sus pérdidas y sufrimientos", destacó su abogada, Zhou Feng, citada por la agencia estatal Xinhua.
Zhou presentó la demanda en el Tribunal Popular Intermedio de Wuhan (provincia central china de Hubei).
El ex convicto fue detenido en 1994 después de que su esposa, Zhang Zaiyu, huyera de casa, y de que la policía local encontrara un cuerpo de mujer en un embalse de las cercanías.
Pese a que el cadáver no pudo ser identificado debido a su estado, la policía consideró que se trataba de la mujer de She, por lo que éste fue acusado de asesinato.
La policía torturó al detenido hasta que éste firmó una falsa confesión, admitiendo que había matado a su esposa, y She finalmente fue sentenciado a muerte, aunque una revisión del juicio permitió conmutar la pena por 15 años de cárcel, debido a las dudas que planteó.
A finales de marzo, la mujer regresó al pueblo, por lo que She fue liberado y declarado inocente el 1 de abril.
El caso ha revelado el extendido uso de las torturas para obtener confesiones forzadas en las comisarías chinas, algo que ya había sido denunciado por organizaciones de defensa de derechos humanos pero apenas había trascendido a los medios de comunicación del país.