Buenos Aires, (EFE).- Un argentino de 22 años fue absuelto por la Justicia después de haber permanecido casi cinco años preso por un asesinato que no cometió y de estar ingresado en nueve penales diferentes, en uno de los cuales fue apuñalado.
La prensa argentina se hace eco del caso de Gonzalo Salerno, quien recuperó su libertad la semana pasada luego de pasar cuatro años, siete meses y 17 días preso en nueve unidades carcelarias distintas, según comentó a la agencia estatal Télam su abogada, Ana Almirón.
Tras un juicio oral en el que ni siquiera el fiscal llegó a acusar al joven, Almirón pidió a la Justicia que investigue a dos policías que intervinieron en el caso, a quienes acusó de "plantar" a dos testigos de identidad reservada cuya declaración armaron para llevar a prisión a Salerno por el asesinato del dueño de un supermercado.
La abogada cuestionó además al fiscal que investigó el caso, dio luz verde a la detención del joven y no confirmó la veracidad de las declaraciones de los dos testigos de identidad reservada que le presentó la policía para cerrar el expediente.
"Por esta detención lo perdí todo: desde mi novia hasta mi trabajo como chófer (de un automóvil de alquiler). Fueron cinco años caóticos", declaró Salerno.
Según la abogada, en el juicio "fue tan obvio que Salerno era inocente y que no había nada contra él, que el fiscal del proceso decidió no acusarlo y por eso el tribunal decidió la absolución".
La odisea del joven se inició el 22 de julio de 2000, cuando lo detuvieron por el asesinato del propietario de un supermercado de la localidad bonaerense de González Catán, en la que vive Salerno.
"Me fui a presentar solo en la comisaría porque mi mamá me dijo que me buscaban, y desde que me presenté no volví a recuperar la libertad hasta el fin del juicio", contó Salerno, quien denunció que fue golpeado por los policías para que confesara la supuesta autoría del crimen.
Desde que quedó internado en régimen de prisión preventiva, Salerno pasó por nueve penales, en uno de los cuales fue atacado por tres reos que ingresaron en su celda y le perforaron un pulmón de una puñalada.