Los Ángeles (EU), (EFE).- La salida a la luz de cientos de nuevos casos de abusos sexuales de sacerdotes católicos a menores en California (EU), que se remontan a los años 30, y los esfuerzos para ocultarlos, vuelven a poner este escándalo de actualidad.
Están todos en Internet, a la vista de todos en la página www.la-archdiocese.org, donde la Arquidiócesis de Los Ángeles se confiesa abiertamente de sus pecados desde 1930 hasta el 2003.
En total, los documentos divulgados por primera vez detallan los abusos cometidos durante los últimos 75 años por 245 miembros del clérigo de la diócesis más importante de todo Estados Unidos, con cinco millones de católicos a su cargo.
"Las víctimas no se merecen menos", asegura el cardenal Roger Mahony en la carta de presentación de estos reveladores documentos dentro del proceso de "reconciliación" de la Iglesia con todos los afectados.
Se trata de los mismos documentos que Mahony había mantenido fuera del alcance del público desde que el escándalo de los abusos sexuales contra menores en el seno de la Iglesia católica explotó en Boston en el 2002.
Sin embargo, el contenido de estas 27 páginas es aún más duro de digerir que los escándalos conocidos en los últimos años, unos documentos llenos de eufemismos para evitar la palabra violación o abuso y que reflejan los esfuerzos de la Iglesia por negar lo obvio y ocultar lo probado a lo largo de siete décadas.
Está por ejemplo el caso del reverendo Michael Baker, quien en 1986 confesó voluntariamente al entonces arzobispo Mahony que había mantenido relaciones sexuales con dos menores.
El caso nunca fue informado a la Policía y Baker recibió ayuda psicológica y fue trasladado a otras instancias hasta su expulsión del clero en 2000.
Para entonces el número de víctimas de sus abusos había ascendido a un total de diez menores.
Como reconoce el abogado Raymond Boucher, en representación de las 560 víctimas que han puesto en marcha una denuncia colectiva contra la arquidiócesis de Los Ángeles, los documentos ofrecen más información que la que tuvieron nunca sus representados.
"Pero palidece en comparación con la verdad", añadió a la prensa al conocer los documentos divulgados.
Según un portavoz de la Iglesia católica, la divulgación ahora de los documentos responde a un acto de buena voluntad para seguir adelante con las negociaciones con las víctimas.
A los ojos de Boucher, el momento llega demasiado tarde, "una maniobra de relaciones públicas" ante la preocupación de que la demanda colectiva le cueste a la arquidiócesis de Los Ángeles más de mil millones de dólares.
La cifra supera con creces el acuerdo monetario que puso fin a las demandas contra la diócesis de Boston, donde más de medio millar de sacerdotes fueron demandados por abuso sexual a lo largo de seis décadas.
El caso concluyó en 2003 con el pago de 85 millones de dólares.
En el Condado de Orange, al sur de Los Angeles, la diócesis pagó 100 millones de dólares para saldar 85 denuncias.
En Los Ángeles, los documentos revelan que de los más de 5.000 curas que han pasado por esta diócesis en los últimos 75 años, 264, incluidos diocesanos y seminaristas, han sido acusados por un total de 656 supuestas víctimas.
Desde el 2002, la Iglesia católica sigue la política de no tolerancia, según la cual "ningún sacerdote que abusara de un menor, no importa hace cuanto tiempo, está autorizado a mantener su puesto".
Sin embargo, 16 permanecen en la diócesis como personal religioso a la espera de que se revisen las acusaciones o, supuestamente, por falta de pruebas que apoyen los cargos.
