Exhorta Riesgos sanitarios a que la ciudadanía no confíe en farsantes con bata blanca
Detecta la Sub Secretaría de Prevención contra Riesgos Sanitarios a médico charlatán que practicaba exámenes de osteoporosis en el Templo de San José, quien otorgaba recetas apócrifas y prescribía suplementos alimenticios de dudosa procedencia.
Alfonso García Villanueva, titular de la dependencia manifiesta que dicha persona, de la cual no proporcionó el nombre, aunque asegura ser médico hasta la fecha no ha presentado su respectiva documentación y por las irregularidades cometidas fue clausurado el establecimiento en donde atendía a la gente y multado con mil 500 salarios mínimos.
El funcionario estatal resalta que el supuesto galeno les cobraba 200 pesos a sus pacientes, les practicaba el examen y posteriormente les prescribía medicamento, lo cual implica un riesgo para la salud de los ciudadanos.
Y es que el presunto médico otorgaba recetas con el nombre de otro doctor cuya dirección se ubica en la ciudad de México, situación por demás anómala.
García Villanueva destaca que esta clase de exámenes deben ser practicados por profesionales de la salud, pero debido a que se cuenta con alta tecnología, las personas aprenden con facilidad a manejar la máquina que se utiliza y la que prácticamente les da los resultados de forma inmediata y sencilla.
Lo riesgoso es que se dicten medicamentos sin tener la preparación apropiada, puesto que desconocen cuáles son los efectos que pudieran generar en las personas. ?Todos los que hacen este examen tienen que ser médicos que debe interpretar lo dictado por la máquina, una persona que no lo es no tiene la capacidad legal de dar recetas. Esta persona era un fraude?, puntualiza.
El entrevistado comenta que este infractor daba a las personas un suplemento alimenticio denominado ?Caltrón?, el cual se presume tiene como ingredientes el calcio además de la vitamina D, entre otras cosas. Pero el empaque del mismo no indica que cuente con su respectivo permiso sanitario emitido por la Secretaría de Salud, así que se duda de la calidad de sus componentes.
Al consumir estos medicamentos, las personas se exponen a ingerir sustancias extrañas que podrían afectar aún más su estado de salud por alguna reacción secundaria como una alergia o bien, que confiados en el diagnóstico del médico charlatán dejen de consumir los fármacos apropiados para tratar su padecimiento.
García Villanueva pondera que los usurpadores de los profesionales de la salud pueden ir a la cárcel y en este caso específico, la persona aún está pendiente de entregar su titulo que lo avala, ya que atestigua que sí cuenta con estos estudios.
?La gente debe estar al pendiente de esta clase de exámenes, que exijan que cuente con su titulo profesional. Que con el hecho de que sea barato no se dejen engañar, necesita ser un profesional de la medicina. Confían en una persona con bata blanca y que dice ser médico y se toman los fármacos?, cuenta el informante.
Agrega que dentro de la Sub Secretaría a su cargo también se vigila la publicidad sanitaria para evitar la propagación de información irregular por parte de los médicos. Complementa que dentro de su campo de acción de igual forma están al pendiente de las ferreteras no vendan solventes ni pegamentos a los menores de edad y que asimismo supervisan las farmacias de la entidad.
Aún sin resultados
Luego de que se hiciera un muestreo de ocho establecimientos de venta de bebidas alcohólicas en las instalaciones de la Feria por parte de la Sub Secretaría de Protección Contra Riesgos Sanitarios para comprobar que no estén adulteradas, a pocos días de que los festejos terminen, todavía no hay veredicto alguno.
Alfonso García Villanueva responsable del área explica que dichas muestras fueron enviadas a la Ciudad de México dado que el Laboratorio Estatal de Salud Pública no tiene la infraestructura para analizarlas y en el Remarca que de encontrarse irregularidades se procederá en contra de quien resulte responsable aunque se terminen las fiestas de la ciudad, ya que se tienen bien identificados a los responsables de los establecimientos.
Añade que una falta de esta clase amerita incluso la intervención de las autoridades federales, tal y cómo ha sucedido en otras partes de la República.