La Laguna, Chihuahua y esta capital se consideran zonas de riesgo por alta concentración del mineral.
DURANGO, DURANGO.-La ciudad de Durango, la Comarca Lagunera y Chihuahua están consideradas por parte de la Cofepris como las de mayor riesgo sanitario en el país por las concentraciones de arsénico que existe en el agua. De esta forma dicha dependencia federal ya ?toma cartas en el asunto?, según declara Alfonso García Villanueva.
La Comisión Federal de Prevención contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) tiene un ambicioso proyecto en el que planea utilizar agua de las presas para el consumo humano uniéndola con la que extrae de los pozos; no obstante, eso será a largo plazo por la inversión millonaria que se requiere.
Mientras tanto, en Gómez Palacio, Lerdo, Mapimí y Tlahualilo se ha detectado que el agua tiene índices de arsénico fuera de lo normal, situación que también se presenta en cerca de diez poblados circunvecinos de la capital.
Pero además, dado que los mantos freáticos se encuentran abatidos, se estima que en el futuro, debido a que se extraerá el vital líquido a mayor profundidad, el agua contendrá más arsénico y flúor; por eso se requieren acciones de prevención, conforme lo establece el servidor público.
García Villanueva, subsecretario de Protección contra Riesgos Sanitarios de la Secretaría de Salud, explica que la problemática data desde hace algún tiempo pero en gran parte se debe a la cultura de las personas que habitan las zonas detectadas en esta situación, ya que desaprovechan las plantas de ósmosis inversa que poseen. La situación es tal, que de 31 plantas de esta índole sólo funcionan cinco.
?Esas plantas las debe operar la propia comunidad para agua de consumo humano y resulta que no se coordinan, hay negligencia y desde el punto de vista social se está viendo que no aceptan las plantas?, declara para después indicar que realizarán una investigación en coordinación con otras dependencias para conocer los factores que impiden a la gente hacer uso de este equipo y encontrar alternativas de solución.
?En estos momentos, para la Cofepris, el problema número uno del agua en el ámbito de la República Mexicana es Durango. Por eso se trabaja en el proyecto tendiente a utilizar el agua de las presas superficiales para consumo humano, pero se requiere una inmensa cantidad de recursos. Se están tomando cartas en el asunto para hacer un proyecto ejecutivo y ver cuánto cuesta esto, estamos trabajando duro?, dice.
?Queremos hacer una infraestructura hidráulica grande, una planta potabilizadora en la presa Guadalupe Victoria con ductos de transporte y mezclar agua con algunos pozos de la ciudad y ya lo que salga no será dañina para el ser humano, pero contiene los elementos minerales necesarios?, abunda.
?Estamos con el dedo en el renglón?, puntualiza para luego comentar que buscarán que estas acciones se concreten a la brevedad posible.
Expone que los estudios geológicos han determinado que Durango, al igual que Chihuahua, parte de San Luis Potosí y Zacatecas se encuentran en el centro de ?una gran caldera volcánica?. ?Esto quiere decir que la presencia de estos metales como el flúor y el arsénico se encuentran de manera natural en el subsuelo, o sea, no es una contaminación que el hombre haya generado?, habla e insiste en que esta situación es prioritaria para las autoridades sanitarias.
DAÑOS
El flúor y el arsénico pueden ocasionar perjuicios en la salud del hombre.
-El flúor incide en la mala formación de los dientes si se consume desde la infancia en altas concentraciones.
-También mancha la dentadura.
-El flúor puede derivar en osteoporosis en edad media y adulta.
-El arsénico influye en la aparición de manchas en la piel, sobre todo en las palmas de manos y pies.
-En grandes cantidades puede ocasionar una enfermedad degenerativa articular y fracturas patológicas.
-Asimismo, puede generar alteraciones hormonales en el hombre y la mujer como la esterilidad.
-Puede producir trastornos cardiovasculares.
-El ser humano debe tomar agua que contenga concentración de minerales; por lo tanto, consumir agua destilada también es dañino.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.