Los detenidos constituían supuestamente una red islamista de apoyo a la causa iraquí de ideología yihadista, con conexiones en diferentes países.
Madrid, (EFE).- La policía asestó hoy un nuevo golpe al terrorismo islamista en España con la detención de 16 personas, acusadas de relación con los atentados del 11-M y de vinculación con el jordano Abu Musab Al Zarqawi, el terrorista más buscado en Irak.
Se trata de once ciudadanos marroquíes, dos argelinos, dos españoles y uno sin identificar, muchos de los cuales habían manifestado su voluntad de convertirse en "mártires" del Islam.
Esto se pone de manifiesto por su extrema radicalidad y peligrosidad y su disposición a cometer una acción terrorista suicida en el momento que así lo dispusieran los responsables de la organización, según informó el ministerio español del Interior.
Más de quinientos agentes participaron en los dispositivos policiales desarrollados en las regiones de Madrid, Cataluña, Levante y Andalucía, así como en la ciudad norteafricana de Ceuta.
En la primera operación, denominada "Tigris", fueron detenidas 11 personas relacionadas con la red islamista de Al Zarqawi, cuyos domicilios fueron registrados por los agentes de policía.
Los detenidos constituían supuestamente una red islamista de apoyo a la causa iraquí de ideología yihadista, con conexiones en diferentes países de Oriente Medio, Magreb y Reino Unido.
El núcleo central de la organización se encontraba en Siria desde donde operaban con los principales reclutadores y financiadores de las actividades de la red islamista, Muhsin Khaybar, alias Abdelmajid Al Libi" o "Abdelmajid Al Yasser", y Abdel Hay Assas, alias "Abdalla", detenidos en mayo de 2004 por las autoridades sirias y posteriormente entregados a su país de origen, Marruecos.
Las actividades de esta red islamista se centraban en el reclutamiento y envío de muyahidines a Irak con el objetivo de cometer acciones terroristas suicidas contra las fuerzas coaligadas.
Prácticamente la totalidad de los detenidos ejercían actividades de delincuencia común, como el tráfico de estupefacientes, la falsificación de documentos y los robos con violencia, a través de las cuales obtenían los fondos necesarios para sus actividades.
En la otra operación, llamada "Sello", fueron arrestadas otras cinco personas, a quienes se relaciona con los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, que costaron la vida a 192 personas.
En el marco de la investigación del 11-M se conoció la adquisición el pasado 14 de marzo de un "teléfono de seguridad" en un centro comercial de Madrid, que fue entregado posteriormente a Ahmed Afalah, padre de Mohamed Afalah, presunto miembro de la célula terrorista autora de los atentados y huido tras la matanza.
En las labores de adquisición y entrega al destinatario de dicho teléfono, habría participado el marroquí Mohamed El Idrisi, siendo dirigido por un hombre que posteriormente fue identificado como Mohamed Larbi Ben Sella, alias "Abou Zubair".
Sobre éste existía ya una orden internacional de detención por su pertenencia a la célula liderada por Mustapha Maymouni, Driss Chebli y Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, alias "Sarhane El Tunecino" en el barrio de Villaverde de Madrid y a la que también pertenecían, entre otros, Mohamed Afalah y Allekema Lamari.
Este grupo está considerado como uno de los focos que convergieron en la comisión de los atentados del 11-M, estando la mayoría de sus miembros en prisión o muertos como parte de la célula que se suicidó en Leganés (cerca de Madrid) el 4 de abril de 2004.
El objetivo de la entrega del teléfono de seguridad, adquirido por Idrisi, al padre de Mohamed Afalah, sería para que el hijo le comunicara su decisión de morir como "mártir" en una acción terrorista suicida en Irak, que presuntamente ya se habría ejecutado el pasado mes de mayo.
La coordinación desarrollada por Mohamed Larbi se habría realizado con labores de apoyo de Hassan El Amrani y Driss el Gordo desde Barcelona y de Abdenneri Essebar desde Madrid, tanto en colaboración en la huida de los buscados como en la actividad de reclutamiento de mujahidines para Irak.
Una vez entregado el teléfono de seguridad al padre de Mohamed Afalah, éste intentó contactar con él en varias ocasiones, al parecer desde Siria y posteriormente desde Irak.
El motivo era pedir perdón a su padre y comunicarle su disposición al martirio, mediante una acción suicida en Irak.
Después de haber cumplido su cometido de adquisición y entrega del teléfono, Mohamed El Idrisi habría optado recientemente por el mismo camino de "martirio" que Afalah, teniendo previsto en breve desplazarse a Irak, a través de la red de Mohamed Larbi.
