AGENCIAS
BAGDAD, IRAK.- Mientras continúa la ola de atentados con bomba en Irak, el Gobierno anunció el arresto de cerca de 900 presuntos insurgentes en las últimas dos semanas.
Según un portavoz gubernamental, Leith Kubba, las detenciones forman parte de una campaña para tratar de poner un freno a los atentados en Bagdad.
Kubba también dijo que se había tenido éxito en el establecimiento de puestos de control en las carreteras que conducen a la capital.
Asimismo, funcionarios de seguridad iraquíes afirmaron que han comenzado a expulsar a la insurgencia fuera de Bagdad.
Sin embargo, residentes de la ciudad dijeron que no han visto muchas señales de los 40 mil soldados iraquíes que supuestamente fueron desplegados allí como parte de la llamada "Operación Rayo".
En medio de la violencia se desarrolla una semana de exámenes en escuelas y universidades de todo Irak.
Ataques en todo el país
Ayer violencia volvió a sacudir a Irak, al explotar al menos cinco coches bomba a lo largo del país.
Cuatro ataques fueron en o cerca de la ciudad norteña de Hawija, cerca de la estratégica localidad petrolera de Kirkuk. Uno de los suicidas hizo estallar su auto cerca de una base estadounidense, otro junto a un puesto del ejército iraquí y un tercero cerca de un mercado, informó la policía.
El quinto ataque se produjo en un puesto de control de la localidad de Abasi, cerca de Hawija. En total, 19 personas murieron y 70 resultaron heridas en los cinco atentados, dijo el general Anwar Mohamed Amin, comandante del ejército iraquí en Kirkuk.
"Me encontraba cerca de uno de los retenes cuando escuché un gran estallido que me arrojó al suelo", contó Sadiq Mohammed, un teniente que resultó herido en los ataques.
En Bagdad, un coche bomba explotó junto a una patrulla policial e hirió a 28 personas, incluidos dos policías.
Desde el 28 de abril, cuando se anunció el nuevo gabinete iraquí, encabezado por chiítas, los insurgentes han incrementado sus ataques, matando a más de 800 iraquíes y 88 soldados estadounidenses. Mayo fue el mes más mortal para los estadounidenses en Irak desde enero.
No hay fecha
En medio de la ola de violencia, el Gobierno de Irak se desentendió ayer de las insinuaciones que indicaban que Saddam Hussein sería juzgado en semanas y afirmó que le corresponde a un tribunal especial independiente decidir cuándo el ex líder se presentará ante la corte.
El presidente y el portavoz del primer ministro de Irak dijeron la semana pasada que Saddam podría ir a juicio en un plazo de dos meses en anuncios populares probablemente pensados para mostrarles a los iraquíes el progreso realizado en la búsqueda de justicia.
Pero el tribunal especial, establecido a fines de 2003 para juzgar a los altos funcionarios del Gobierno anterior, difundió un comunicado en el que manifiesta que no se estableció ningún plazo, en tanto el vocero del primer ministro admitió ayer que cualquier decisión le corresponde al tribunal.