El Siglo de Torreón
Gómez Palacio, Dgo.- A los 15 años, para algunos es la edad de la rebeldía y se manifiesta de varias formas. Óscar Puentes discutió con su padre, el hombre reprendió a su hijo acusándolo de haberse drogado, Óscar negó el reproche, cuestionó el sermón y se fue de la casa.
Dos días estuvo el jovencito enfrentando solo a la vida, con 400 pesos en la bolsa, tomó un camión rumbo a Torreón, se estuvo paseando y luego se fue a Gómez Palacio donde al final conoció la cárcel.
La madrugada del lunes 17 de enero, el frió caló bastante, Óscar dice que era tanto el frío que vio un auto viejo y trató de abrirlo, pero sólo para pasar la noche. Una patrulla lo detectó a tiempo y se lo llevó preso.
Tras las rejas de los módulos de detención de la Dirección de Protección Ciudadana, ubicados en la avenida Hidalgo, se pudo ver a un joven que por su físico, aparenta más de 15 años.
De gran estatura, con un cuerpo demasiado robusto, la piel muy morena, sus ropas folclóricas que incluyen una camisa floreada en verde de manga corta se puede despistar a cualquiera, pero la cara y voz de niño lo delatan.
El reporte oficial de la Policía indica que a las 1:30 horas, en un recorrido por la calle Querétaro, entre las avenida Hidalgo y Victoria de la colonia Las Rosas, los patrulleros de la unidad F-166 vieron a un sospechoso.
Óscar reconoció que trató de abrir un vehículo Datsun color blanco, con placas FXV 4590. Los policías inspeccionaron el lugar y frente al número 160 de la citada calle, encontraron una cortina metálica un poco forzada y a un lado, una rama de casi 70 centímetros que pudo ser usada como palanca.
Al ser interrogado, el adolescente con cuerpo de adulto dijo que era originario del Distrito Federal, después titubeó y aceptó que vive en el ejido El Cuije, municipio de Matamoros ubicado por la carretera a San Pedro, Coahuila.
Sobre la procedencia de los 400 pesos, Óscar guardó silencio, luego dijo que trabajaba en la obra, desde hace tiempo le ganó la guerra a la escuela y la abandonó.
Es el mediodía del lunes 17 de enero, Óscar recorre solitario su celda, la exclusiva para menores, después de la plática pide para un taco, dice que todavía no llega el que trae el lonche de los detenidos.
A los 15 años, Óscar aprendió una lección, no están fácil afrontar al mundo, además de que las paredes de la cárcel guardan un frío que en su casa evade con cobertores.
Las autoridades de la Alcaidía evaluaron el caso de Óscar, aparentemente no hay delito qué perseguir, no se presentó ninguna parte afectada, esperan entregarlo a un familiar, mientras tanto Óscar dice que cuando salga, mejor se regresa a su rancho.