El enemigo público número uno del país fue detenido en Los Ángeles y será entregado en las próximas horas a las autoridades mexicanas .
México, (EFE).- Un peligroso homicida, secuestrador y ladrón de bancos mexicano fue detenido anoche en Los Ángeles (EU) y en las próximas horas será entregado a las autoridades de México, que lo buscaron durante 20 años.
Portavoces mexicanos de la Policía Internacional (Interpol) dijeron hoy que Alfredo Ríos Galeana fue localizado con la colaboración de la policía de EU anoche en Los Angeles.
Las mismas fuentes señalaron que Ríos Galeana, que se hizo famoso por sus delitos en los años setenta y ochenta, está siendo trasladado a la frontera de México con la ciudad de San Diego, al sur de California, donde abordará un avión rumbo al Distrito Federal.
La detención la confirmó también el titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Bernardo Bátiz, en declaraciones a la prensa.
Bátiz señaló que el fiscal de mandatos judiciales PGJDF, Jorge Guillén, se ha trasladado al norte del país para estar presente en la entrega del delincuente.
El titular de la fiscalía capitalina agregó que Ríos Galeana fue detenido al comprobarse que sus huellas dactilares coincidían con las de un prófugo cuya orden de captura había pedido México.
"Todo ha sido bastante rápido", explicó Bátiz, quien espera que en las próximas horas el criminal reingrese al Reclusorio Sur de la capital mexicana, de donde se fugó hace casi diecinueve años.
Ríos Galeana se fugó de la cárcel en una acción espectacular en noviembre de 1986 y desde entonces se había perdido su pista.
Perfil
En los años 80, Alfredo Ríos Galeana, ex policía, asaltante de bancos, asesino, secuestrador y violador, se convirtió en el enemigo público número uno de México.
En su haber se cuentan tres fugas de reclusorios, la última en 1986, considerada una de las más espectaculares de la historia.
Ríos Galeana se formó en la desaparecida Brigada de Fusileros Paracaidistas, que integró el cuerpo duro del Ejército mexicano durante varias décadas.
Ahí alcanzó el grado de sargento primero de la Policía Militar. Cuando se creó el Batallón de Radio Patrullas del estado de México (Barapem), se integró a éste, donde se distinguió como primer comandante y permaneció hasta que la corporación desapareció en 1981.
En esa fecha inició su carrera delictiva. Con el conocimiento adquirido en los años de policía, el ex comandante del Barapem formó una banda con la que asaltó decenas de bancos, secuestró y asesinó a comerciantes y empresarios, y en múltiples enfrentamientos dio muerte a varios policías.
En 1983 fue capturado por primera vez y encarcelado en el Centro de Readaptación Social del estado de Hidalgo, de donde se fugó a los pocos meses.
Un año más tarde fue detenido en un asalto bancario frustrado.
Por primera vez se le encarceló en la penitenciaría de Santa Martha Acatitla, donde permaneció poco tiempo.
El 22 de noviembre de 1986 efectuó su famosa fuga de película: al mediodía un comando formado por siete hombres y tres mujeres se presentó en las oficinas del Juzgado 33, y tras amagar al personal, arrojó una granada de mano contra la rejilla de prácticas.
Ríos Galeana y 10 de sus cómplices escaparon por el boquete que dejó la explosión, en medio de una intensa balacera donde hubo varios muertos y heridos.
Desde entonces el enemigo público número uno, como ya se le llamaba, se envolvió en la clandestinidad.
En 1988 rescató a quien se convertiría en su lugarteniente, José Bernabé Cortés Mendoza, "El Marino", quien era trasladado del Reclusorio Sur al Norte para unas diligencias. El rescate tuvo la firma de la banda de Ríos Galeana: un comando de enmascarados atacó con armas de grueso calibre a la camioneta panel de la Dirección de Reclusorios y a los policías que la custodiaban, en la avenida Acueducto de Guadalupe, delegación Gustavo A. Madero.
En 1992 "El Marino" fue muerto en un enfrentamiento con la Policía Judicial Federal en una casa de seguridad de Los Reyes La Paz, estado de México.
De Ríos Galeana poco se sabe desde esa fecha. Se cree que hasta 1990 protagonizó o dirigió asaltos bancarios en Querétaro, Hidalgo y el estado de México, y que sus cómplices siguen activos en la ciudad de México.
El enemigo público número uno del país ya no es el mismo que ingresó al crimen en 1981. Al menos en tres ocasiones cambió su rostro con cirugía plástica, según las autoridades.
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) le imputa los delitos de robo, asociación delictuosa, portación ilegal de arma de fuego, acopio de armas, lesiones, daño en propiedad ajena, homicidio, falsificación y uso de
documentos falsos.
En unos siete años robó 26 sucursales bancarias y se le atribuyen seis asesinatos.