EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Olivia Patricia tiene 19 años, pesa menos de 50 kilogramos, está muy delgada. Sentada en cuclillas, recargada en la pared de su celda, permanece muy callada. Su piel amarilla revela su padecimiento. La resaca del ?chemo? cobra la factura.
Lenta al hablar Olivia Patricia insulta a los que la tienen en la cárcel. Ella asegura que no se prostituye, pero reconocer que si va a los ?picaderos? de la Alianza, donde los asistentes consumen diferentes tipos de droga, pero ella prefiere los inhalantes.
Con camisa negra, que tiene la marca de ropa debajo de su cuello, sus uñas largas y sucias, Olivia Patricia Hernández Armenta, cuenta que desde los 13 años empezó a drogarse, dice que no ha fumado marihuana y sólo durante un tiempo ingirió pastillas.
Las ?pastas? quedaron en el olvido desde la última vez que emprendió el viaje que estuvo a punto de no tener retorno. El susto fue tal que Olivia mejor volvió al ?chemo? por barato y efectivo.
Entre risas por todos los cuestionamientos de los representantes de distintos medios de comunicación, la joven que dejaba ver sus marcados huesos de la columna, dice que es inocente.
Patrulleros de la Policía Preventiva capturaron a la joven a las 9:34, en el interior del hotel 45, en la privada Cinco de Mayo, entre Juárez y Morelos.
Jesús López, un parroquiano, demandó la presencia de la policía, porque según él, Olivia y otra joven, menor de edad, conocida como Joana, le robaron 200 pesos.
Olivia dice que el acusador es un ?llorón?, que primero pidió un ?jale? de carácter sexual y luego dijo que no le gustó, por eso reclamó su dinero.
La frágil mujer es traicionada por su cara de niña, dice que vive en la colonia Primero de Mayo, recuerda que desde el viernes no regresa a su casa y reconoce que está atrapada en la drogadicción.
Para la joven, la muerte puede llegar en cualquier momento. La rehabilitación no se le da, dice que estuvo en tres centros y nada. Ahora sólo espera recuperar su libertad para volver a ?chemear?.
