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Detrás del escenario, entre tramoyistas

NIRIA RAMOS MARÍN

Óscar Caldera, José Mercado y Luis Enciso platican sobre el oficio de la mecánica teatral.

EL SIGLO DE TORREÓN

TORREÓN, COAH.- El trabajo teatral es una cadena completa que se compone de varias partes esenciales: selección de un texto, actores, director, escenógrafo y, por supuesto, las personas encargadas del manejo de la tramoya.

Los tramoyistas se sitúan siempre en ?la máquina?, lugar en que se realizan los cambios de decorado y otros efectos en el escenario del teatro.

Según las definiciones más exactas de la palabra tramoya, ésta es ?un conjunto de la maquinaria usada en los teatros para realizar cambios de decoración del escenario y efectos especiales?, pero la realidad va mucho más allá.

En las obras teatrales romanas y griegas se creó el término ?deus ex machina?, que traducido del latín significa ?dios de la máquina?, y ése era el nombre con que se conocía la aparición de un personaje mediante la máquina de la tramoya que tenía el propósito de liberar al héroe de todo el embrollo.

La expresión tiene además otro significado: algunos diccionarios la asocian a ?una persona o un suceso que proporciona una solución repentina e inesperada a una dificultad?. Todo esto es cierto y es lo que hace del personal que se encarga de la tramoya elementos indispensables para cualquier espectáculo.

Para conocer el trabajo que se realiza tras bambalinas, tres laguneros dedicados a este oficio en los teatros locales compartieron para El Siglo de Torreón algunas de sus experiencias en esta interesante y necesaria tarea.

EN EL NAZAS

Óscar Caldera es el encargado de la tramoya del Teatro Nazas, y a pesar de su juventud ya tiene un camino recorrido en lo que al manejo de tramoya se refiere.

?Empecé hace mucho tiempo, primero con un grupito de teatro, luego con uno de baile, yo tenía esta inquietud de empezar a investigar dónde podía estudiar, y así fue que poco a poco me nació el gusto por el arte, una cosa me fue llevando a otra?.

Su primer trabajo formal tras bambalinas fue en 1995, cuando llegó al Teatro Isauro Martínez (TIM). ?Después de andar de un lado para otro con compañías, me topé con gente del TIM y me dieron la oportunidad de laborar en lo que es la tramoya, la iluminación, artes plásticas, todo lo que es la escenografía, todo lo que esté detrás ?de??.

Según Óscar, la tramoya es ?el otro show? al lado del espectáculo inicial, es decir la otra función, antes ?de?, que es parte vital de cualquier presentación en un teatro de cualquier lugar del mundo. ?Antes de un show de ?x? artista hay un show detrás, de prisas, de pasar hambres porque no hay tiempo, de toques eléctricos, descargas, es como un actor en escena, de pronto tienes que improvisar, llevo muchos años en la actuación, pero el estar en la tramoya es también un gran compromiso, de más riesgo, de tensión?.

La tramoya es toda la mecánica teatral, ?desde prevista hasta la última vara, es mover varas de iluminación, mover piernas, mover bambalinas es estar en traspunte, organizar entradas y salidas de actores, bailarines, apoyarlos detrás ?de?, muchas de las veces hasta en cosas que parecen tan simples como ?oye un segurito?, ?un listoncito?, ?se me cayó la peineta?, es decir, que aparte de lidiar con tu trabajo tienes que entrar también en el apoyo de los actores, bailarines, músicos, es otro mundo tras bambalinas?.

La anécdota que más recuerda es cuando estaba bajando un tiro de contrapeso, ?se desprendió uno de los contrapesos y yo estaba exactamente en la caída a donde apuntaba el contrapeso y por suerte no me cayó en la cabeza, sólo me lastimé una mano, pero lo chistoso es que yo caí y todo el mundo pensó que me había caído del puente (parte alta de la tramoya), entonces todos gritaban ?¡no te muevas!?. Y pues yo les dije que no me había caído... pero así, anécdotas hay muchas, no acabaría de contarlas?.

Algunas de las personalidades de la farándula que Óscar ha conocido tras bambalinas son Héctor Bonilla y Gonzalo Vega. ?Ellos son de las personas con las que platicas y te dejan algo. Y pues aparte con varias compañías internacionales, como cuando vino Lord of the Dance, no termino de aprender y ha habido muchas otras como el Teatro Negro de Praga, en fin, muchas?.

A este joven le gustaría que la gente se dé la oportunidad de conocer un poquito, de interesarse no solamente por el show en sí, que de pronto tuvieran la inquietud de preguntarse qué hay detrás de lo que se ve sobre las tablas.

Caldera comenta que en algunas partes el trabajo ?de atrás? es menospreciado, muy mal pagado y no es reconocido: ?ésa es una situación que lamentablemente sigue sucediendo en los diferentes espacios, de Torreón, de México, en muchas partes, y sí me gustaría que las personas conocieran la importancia y la trascendencia de esta labor porque somos mucha gente, de iluminación, audio, utileros, al menos estaría muy bien que los espectadores tomaran los programas de mano y los leyeran, que sepan quién hace tal o cual trabajo en el espectáculo que están por ver?.

Óscar participará en un Seminario de Iluminación organizado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca). ?En este proyecto somos sólo siete iluminadores de toda la República y afortunadamente estoy incluido, ahí voy a estar a partir de este sábado y hasta el lunes interactuando con los mejores iluminadores de México, entre ellos pues me incluyo, porque si llegó la invitación aquí es porque nuestro trabajo ha figurado a nivel nacional?.

EN EL ISAURO

José Mercado comenzó a trabajar en el teatro y le gustó mucho estar ahí al darse cuenta de lo que podía suceder detrás de la escena. ?Yo nunca me imaginé que sería tan bonito estar tan cerca, conocer todo el trabajo que se realiza en la tramoya como la iluminación, sonido y todo eso, y ahora que lo puedo hacer estoy muy contento, me fui enamorando de esto, a pesar de que en ocasiones es un trabajo pesado ya que hay que montar de noche, estar aquí muy temprano, salir muy tarde, estar todo el día encerrado, pero lo disfruto cuando termina la función y todo salió bien?.

Cuando hay un espectáculo que se va a montar muy temprano la dinámica es diferente: ?hay que llegar desde las siete y lo más tarde que me he ido son las tres o cuatro de la mañana. Cuando se va a presentar un espectáculo lo primero es ver qué se va a utilizar, si las personas traen telones, escenografía, mamparas o cosas por el estilo, nos piden lo que necesitan: ?queremos un telón en tal área?. Y nosotros los ubicamos?, comenta.

?Lo difícil es la iluminación, aunque eso se graba en la consola, pero de repente piden que quieren un callejón, calles con luces especiales, en fin muchas cosas y a veces te piden tiempos muy específicos, es muy tardado?.

Uno de los personajes famosos que José conoció detrás del escenario y que le dejó una muy buena impresión fue Alberto Mayagoitia: ?es una excelente persona, es el que más recuerdo por agradable, muy sencillo, recuerdo una vez que estuvo aquí no había tenido casi nada de venta para su función y estaba un poco molesto, pero cuando se acercaba a la gente -cuando yo estuve con él- no dirigía su enojo a los demás, de hecho salimos los dos a repartir volantes aquí en la Matamoros, es una persona accesible, y deja un grato sabor de boca a todas las personas que conviven con él?.

Lo que José quisiera que la gente supiera de su trabajo sería: ?sucede que la mayoría de las veces la gente no sabe todo lo que conlleva estar en la parte de atrás, todo lo que se tiene qué dividir uno, por ejemplo cuando estás en el traspunte y en los telones y que son varios movimientos y que está solamente una persona es difícil porque tienes que bajar un telón y subir el otro, además son muy pocos segundos para hacer el cambio, luego tienes que ir corriendo de un extremo a otro, subir y prender la luz de sala, bajar, prender la luz de trabajo y dar la llamada, mucha gente no sabe que a veces trabajamos dos días completos para un espectáculo que dura solamente una hora y media?.

EN EL GARIBAY

Luis Enciso, quien hace su parte en el Teatro Alfonso Garibay, comenzó en el oficio hace muchos años, todavía alcanzó parte de la época de cuando se llamaba Teatro Mayrán y tiene miles de historias y anécdotas qué compartir.

A él lo ha precedido Alberto Lira, y ambos han sacado de más de un apuro a los actores, bailarines y todos los grupos artísticos que ahí se han presentado.

Luis ha visto la salida de actores de gran trayectoria y la llegada de nuevas promesas en las tablas, el Garibay siempre ha tenido un gran equipo tras bambalinas, un grupo capaz de sacar a flote cualquier contingencia que suceda detrás del escenario.

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