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Diálogo/ ¡Deja tu huella! ¡Ven a votar!

Yamil Darwich

Sólo para darle una idea, según datos aportados por el Consejero Electoral, Jacinto Faya Viesca, partidos como el Revolucionario Institucional y el de la Revolución Democrática gastan ciento noventa mil pesos por hora en promocionar a sus candidatos a nivel nacional y la prensa ha divulgado que el PAN lleva casi 26 millones gastados en la imagen de uno de sus propuestos para contender por Presidencia de la República.

Estamos en plena época de huracanes, las costas mexicanas lo resienten; sin embargo, hay otros que se empiezan a hacer notar con fuerza en el Estado de Coahuila: los políticos, politiqueros, partidarios y otros seguidores, incluidos los ?jilguerillos?, que se preparan para la contienda, la verdadera, luego de pasadas las precampañas, pre-precampañas y promociones abiertas o encubiertas de candidatos que ¡cómo nos cuestan!

Sólo para darle una idea, según datos aportados por el Consejero Electoral, Jacinto Faya Viesca, partidos como el Revolucionario Institucional y el de la Revolución Democrática gastan ciento noventa mil pesos por hora en promocionar a sus candidatos a nivel nacional y la prensa ha divulgado que el PAN lleva casi 26 millones gastados en la imagen de uno de sus propuestos para contender por Presidencia de la República.

Para tal efecto, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila, se alistó para motivar e incentivar a todos los votantes del estado, para que participemos en las elecciones que tendrán verificativo el 25 de septiembre del presente año, a través de una campaña titulada ¡Deja tu huella! ¡Ven a votar!

Usted estará de acuerdo que el proceso de madurez democrática en nuestra Comarca Lagunera se va dando poco a poco, con algunos tropiezos, pero siempre adelante, aunque la decepción de muchos haga que la concurrencia a las urnas no sea tan numerosa como quisiéramos. De hecho, el índice de ausentismo a las urnas ha crecido en el Estado de Coahuila y justo es decir que Torreón, se ha caracterizado por ser la ciudad que tiene mayor participación ciudadana en el ejercicio del sufragio, con un abstencionismo medido en 48.6 por ciento en 1999, y 51.14 por ciento en el año 2002. La Capital del Estado ha quedado abajo con 52.5 por ciento y 62.87 por ciento respectivamente.

Igual sucede en los casos de elecciones de ayuntamientos y diputados o en la de gobernador del estado o federales, según datos estadísticos proporcionados por el propio IEPC Coahuila, tomando en cuenta los resultados arrojados por una encuesta aplicada en todo el territorio. Sin duda que tiene concordancia con los niveles de madurez y de educación cívica, también con el espíritu combativo que caracteriza a los laguneros.

Hablar de democracia es referirnos a la participación de todos en el respeto y acatamiento de la voluntad popular -el voto- y en la designación de las autoridades para que ejerzan su función en los distintos niveles de Gobierno. El ejercicio va más allá del simple sufragio, incluye la educación cívica suficiente para que se dé el cambio de actitud en la vida; también, para que todos los ciudadanos nos apliquemos y seamos actores activos del sistema, particularmente en las elecciones, de los que deben ser verdaderos subordinados del pueblo, vigilándolos y exigiéndoles.

En las cifras mencionadas por los propios consejeros, Coahuila se mantiene en la media nacional, con niveles de abstencionismo del 49.9 por ciento, por debajo de Durango, con el 66 por ciento; el Estado de México, con 58 por ciento y Oaxaca con el 53.8 por ciento. Estados como Zacatecas, con el 40 por ciento; Chihuahua, con el 42 por ciento; y Tamaulipas, con el 48.24 por ciento, están por encima de nuestra participación.

Cuando a los encuestados les preguntaron porqué dejan de votar, la mayoría declaró razones tales como indiferencia, falta de costumbre o pérdida de confianza. Debo resaltarle la cifra del 84.65 por ciento, que dice desconocer la fecha de las próximas elecciones en Coahuila, mismas que caerán radicalmente cuando se aplique la campaña que han preparado los integrantes del Instituto Electoral, que se han propuesto un objetivo de disminución de cuatro puntos porcentuales en los índices de abstencionismo; bajarlo del 45 por ciento actual al 41 por ciento.

El trabajo es arduo y requiere la participación de todos los coahuilenses, más allá del partidismo político o de los intereses de grupo e individuales. Aún hay mucho qué hacer en el futuro inmediato y mediato, entre otras cosas: encontrar maneras de eficientar los procedimientos de aplicación de las leyes y que éstas sean claras en algunos temas, como el de las precampañas y otros varios trucos desvergonzados que utilizan los interesados para promover a sus personas despilfarrando nuestro dinero; tan sólo haga memoria de la gran cantidad de publicidad en bardas pintadas en donde funcionarios de distinto nivel y partido hacen notar sus aparentes buenos resultados durante sus gestiones, o las campañas de simulada intención de promoción turística de ciudades, que no tienen otro fin que poner en la mente de todos los nombres de candidatos y sus supuestos aciertos, que de tanto repetirse se dan por hecho. Si no lo cree así, revise los resultados del PRI, en la elección de candidato a gobernador.

Es importante encontrar la manera de legislar sobre la maledicencia y la mala intención, hechos y actitudes que rebasan el concepto de la verdadera competencia democrática. Actos fuera de la ética personal y contra la moral de la sociedad ya son comunes a nivel nacional y la técnica del rumor es harto utilizada en nuestro medio; los ?chismes, dimes y diretes? sin fundamento, van más allá de las simples contiendas políticas, incluyendo la oleada del desprestigio creada artificialmente a las familias de quienes son difamados como personas, más que como políticos. Eso también debemos aprender a sancionarlo con nuestro voto.

Si la democracia persigue la verdadera libertad del ser humano, deberá ser medida en términos de voluntad popular acatada, aplicación en la elaboración de normas y leyes que beneficien a las mayorías y aporten mejores formas de vida para todos, maneras de incrementar la productividad y consecuentemente la circulación de dinero y que éste se derrame en los distintos niveles; ante todo, que se aplique y difunda la verdad. ¿Le parece poco trabajo para ese grupo de personas?

Aún así hay quienes ya empiezan a buscar cómo ?llevar agua a su molino? y más que reconocer lo propositivo y de bien común, tratan de hallar puntos de desacierto y crear confusión, demostrando con ello que su propia educación cívica ha sido deficiente.

Lo invito a que en estas próximas elecciones participe activamente, desde ahora, buscando datos y hechos, confrontando una y otra fuente a fin de definir la verdad y cuál es el verdadero camino para el bien común.

Lo insto a que busque los foros donde pueda escuchar a los expositores que argumentan razones, para que usted se sume, o no, a sus causas; luego busque las réplicas de los opositores, las que deberá cernir quitando todos los mensajes infundados.

Finalmente, a que en corrillos con amistades y familiares, lleve a la mesa del diálogo sus puntos de vista, sus lecturas, los comentarios escuchados y que dé y reciba argumentos varios sobre el tema. Ese es el camino de preparación para el momento de la votación. La decisión es solamente suya, los actuales sistemas implementados para ejercer el voto impiden que su preferencia sea hecha pública, con ello anulan a los antidemócratas que tratan de engañarnos y lograr desviar nuestro sufragio hacia sus particulares y generalmente mezquinos intereses. ¿Está usted dispuesto a trabajar por México? ydarwich@ual.mx

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