Agencias
MÉXICO, DF.- Ayer se cumplió el primer semestre del fallecimiento de Mariana Levy, y aunque se avecina el Día de Muertos, su madre, la conductora Talina Fernández, comentó que no pondrá ofrenda en su casa.
?Me voy a Acapulco a tomar el sol para no ver flores de cempasúchil, calaveras ni nada. El año que entra le pondré un altar, yo los ponía antes, pero ahorita no puedo?, dijo la periodista.
Talina rompió en llanto la tarde del viernes luego de recibir la palma en bronce de la mano izquierda de Mariana en la Plaza de las Estrellas.
En cuanto vio la escultura, que le fue entregada por Gloria Fontanet, dueña de la Plaza, besó el bronce y el mármol sobre el que estaba montada la palma.
Sus lágrimas siguieron cayendo ante el aplauso del público y las fanfarrias que interpretaba un mariachi.
?Es una gran alegría para mí, cada vez que pasa algo así volteo al cielo y digo: ?flaca, ve todo lo que sembraste?, compartió la conductora entre sollozos, luego de bajar de la tarima donde le fue entregado el obsequio.
Puntualizó que aún tiene un hueco en el estómago que cada vez se hace más grande, ?parece que tengo mucha fortaleza pero no es verdad, me cuesta mucho trabajo desprenderme de este sentimiento. Está peor esta depresión, la ausencia de Mariana es cada día mayor?, mencionó.
Talina dijo que sus nietos necesitan mucho la figura de su mamá, sobre todo su nieta María que ya vive con ella. Consideró que la figura de los nietos es importante, sin embargo no se compara al amor por una hija, ?el amor que siento por mis nietos es del mismo tamaño que el que tenía por mi hija, pero en nada se parecen?, agregó.
A pesar de que profesionalmente está bien, tanto en radio como en televisión, aún no supera y no superará jamás el dolor de la ausencia, aunque su nieta María merma un poco el vacío, ya que tiene cuatro meses con ella.
Destacó que legalmente María ya es su hija, lo que le da una enorme tranquilidad y un compromiso nuevo porque ahora la hace de madre y abuela.
A pregunta expresa sobre de qué forma se suple la figura del padre (Pirru), Talina Fernández dijo que tiene dos hijos maravillosos (Coco y Pato), quienes le dan a María la figura masculina que todo niño necesita, además de la figura de su abuelo, que a pesar de sus problemas de paraplejía es muy consentidor.
Informó que los encuentros de María con el resto de sus hermanos son cada vez más esporádicos y celebró que por fin su padre haya decidido invitarla a comer una vez por semana; respecto a Ana Bárbara dijo no tener nada en su contra y, por el contrario, le agradecía el buen trato que le da a sus nietos.
?De ella yo no tengo nada qué hablar, es muy buena; pero cuando se rompe algo jamás se vuelve a pegar y yo rompí todo con mi yerno.
Les deseo mucha felicidad, aunque no perdonaré lo que hizo, cometió muchos errores, tenía mucha prisa?, destacó que una de sus prioridades es que la herencia de su hija se divida en tres partes y se forme un fideicomiso, para que cuando tengan la mayoría de edad cuenten con un dinero, ya que tiene miedo de que el dinero se distraiga en el camino, toda vez que ?el Pirru? había solicitado que se le diera para construirle una casa a sus hijos.
Sin embargo, Talina concluyó que en un viaje a Indonesia descubrió que en cada hogar se construye una pequeña casa de madera en donde guardan la memoria de los muertos, detalle que le gustó y que ahora construye una al lado de su nieta.
La huella, explicó, la colocará en la sala de su casa, donde también tiene un cuadro pintado al óleo con la imagen de su hija, fallecida el 29 de abril.
En el viaje de Acapulco, que realizará la próxima semana, la acompañarán su hijo ?Pato?, su marido y su nieta María, hija de Mariana y el actor Ariel López López Padilla, de quien obtuvo la patria potestad hace un par de meses.