Ofrece Hacienda facilidades a los deudores para que paguen, según sus posibilidades, a los bancos
La falta de planeación agropecuaria en la diversidad climática de las regiones es causa de la descapitalización del agro; en Durango hay diez mil campesinos en cartera vencida sin posibilidades de saldar sus adeudos a los bancos.
Para Salvador Ortega Hernández, encargado de la Cartera Vencida en la Liga de Comunidades Agrarias, el hecho de realizar los programas detrás del escritorio y sin tomar en cuenta a los campesinos ha sido uno de los fracasos del Gobierno en materia agrícola y ganadera.
Sin negar que el productor aprendió la cultura del no pago, no menos cierto es que jamás se ha logrado hacer rentable el oficio de la agricultura, donde aumentan los insumos año con año y los precios de las cosechas siguen a la baja; de esa manera no podrá pagar sus deudas.
De los diez mil campesinos anotados en cartera vencida, el 70 por ciento es de 1998 y años antes, el 30 por ciento restante corresponde de 1998 al 2002, y todo eso se debe a los precios que no compensan ni con la recuperación de la inversión; en términos generales, la comercialización sigue siendo el ?cuello de botella? del sector primario.
Los bajos precios, aunada la mala planeación y los climas erráticos por los efectos de la deforestación y la capa de ozono, se han convertido en una bola de nieve que va arrasando con el sector primario, porque a estas alturas no tiene capacidad de pagar los altos intereses con respecto a la lista negra de los deudores de bancos.
Ante este panorama, la dirigencia de la Confederación Nacional Campesina (CNC) logró un convenio con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para dar oportunidad a los productores de saldar adeudos de acuerdo con sus capacidades.
Las deudas fluctúan de 500 hasta cuatro millones de pesos en las instituciones crediticias Banco Nacional de Comercio Interior y el extinto Banrural, aunque también hay quienes adeudan a la Financiera Rural.
Como resultado del convenio CNC con la SHyCP se formó un cuerpo colegiado encargado de revisar las propuestas que hacen los campesinos para saldar adeudos y con base en eso fijar los montos económicos, lo que permitirá al Gobierno recuperar algo de lo perdido.
Sobre los bienes hipotecados de los campesinos, es remoto que los pierdan, pues la disposición del Gobierno es ayudar a saldar pendientes, añadió Ortega Hernández.
Diversidad climática
La dirigencia de la CNC en Durango considera que falta planeación en la elaboración de programas, pues no es lo mismo la producción agropecuaria de la costa con el sur ni norte del país; tan sólo en Durango hay cinco regiones muy diferentes que requiere cada una de un trato especial.
No se puede medir con el mismo criterio en la región de las Quebradas que en la del Semidesierto o de los Llanos, Sierra o Valle, hay diversidad climática; por lo tanto, es imperativo planear de acuerdo con las necesidad de cada una y de esa manera ayudar al productor a salir del atraso tecnológico y la pobreza.
Sobre los cultivos, afirmó Salvador Ortega Hernández, de la dirigencia cenecista, que el campesino tiene miedo al cambio; por eso siembra lo tradicional: frijol y maíz, por significar para ellos moneda de cambio, además de contar con la infraestructura.
Dijo que ese temor de los campesinos es fundado, pues cuando han participado en otros cultivos los resultados han sido peores en el mercado, pues no pagan lo justo, por lo que reitera la falta de planeación en el campo mexicano.
