La Ministerial golpeó a autoridades que negociaban solución con mujeres y adultos mayores inconformes.
El Siglo de Durango
A fin de desactivar la manifestación de comerciantes duranguenses molestos con la instalación de una expo de vendedores foráneos en esta ciudad, elementos de la Ministerial arremetieron contra los inconformes, e incluso agredieron con violencia a seis de ellos –cuatro mujeres, un adulto mayor y un menor de edad-.
Los agentes policiacos golpearon a su paso a los regidores Héctor Partida Romero y Francisco Ávila Cavada, así como al jefe de la Coordinación de Inspección Municipal, Adolfo Sánchez Nevárez, quienes negociaban la desactivación del plantón de los comerciantes locales afuera de la sede de la llamada Expo Magna.
Las instrucciones del violento operativo de desalojo fueron dadas directamente por Ruth Medina Alemán, directora de Averiguaciones Previas, quien arribó al lugar de los hechos a las cuatro de la tarde –a las afueras de un local ubicado en el bulevar Francisco Villa-, aparentemente con el afán de apoyar la negociación para que los comerciantes liberaran un carril lateral de dicho bulevar, que tenían bloqueado desde la mañana.
Sin embargo, ante la negativa de los inconformes, Ruth Medina se impacientó y en cuestión de minutos rompió el diálogo con los protagonistas de la protesta, en su mayoría mujeres y personas de la tercera edad.
Así, ante el asombro de las autoridades municipales que avanzaban paulatinamente en el acuerdo con los inconformes, Medina de inmediato ordenó al director de la Ministerial, Pedro Chávez, y a la comandante Maricela de Alba Stevenson que actuaran contra los bloqueadores, tres de los cuales fueron golpeados, desactivados y detenidos.
FUNDAMENTOS
Los hechos iniciaron a las ocho de la mañana, cuando un grupo de comerciantes formalmente instalados en Zona Centro y el Tianguis “La Pulga” comenzaron un plantón en la banqueta de las bodegas donde alguna vez estuvo el centro comercial Z-Mart.
El motivo de la protesta era que el Ayuntamiento había concedido permiso al Grupo Wel Western, integrado por comerciantes foráneos de ropa, piel y calzado, para que ahí se instalaran los días 1, 2, 3 y 4 de diciembre.
María del Carmen Marrufo, una de las voceras del movimiento, explicaba que la irritación de los comerciantes se debía a que la Expo Magna sí había logrado permiso de las autoridades, a pesar de que la presidenta del DIF Estatal, Gabriela López de Hernández, se había comprometido personalmente con ellos a que no habría expos foráneas al menos en el mes de diciembre de este año.
“A cambio de ello”, según lo narró María del Carmen, “el 17 de noviembre la señora Gaby nos pidió que compráramos locales de venta para la kermés del 20 de noviembre, que organiza el propio DIF. Y varios le entramos de a tres mil pesos por espacio contratado”.
Lourdes Lara, otra de las voceras de la protesta, agregaría a las 9:30 de la mañana que no permitirían la realización de la denominada Expo Magna, pues les causaba grave merma en sus ventas al tratarse de una competencia desleal. “¡No pagan impuestos, no pagan IMSS, ni Infonavit, ni nada. Exigimos su clausura!”, dijo.
Minutos más tarde, antes de las 10:00 horas, Antonio Torres Sánchez, representante de la expo, dejaba claro que la vendimia organizada por él cumplía con todos los requisitos legales necesarios, por lo cual recalcaba que no tenía fundamento un escenario de clausura por parte del Municipio.
PROLONGADO BLOQUEO
Sin embargo, para acrecentar la presión, los comerciantes duranguenses decidieron bajarse de la banqueta y cancelar a la fuerza la lateral norte del Francisco Villa. Minutos después harían lo mismo con el carril central-norte del bulevar, desquiciando de inmediato el tráfico que para esas horas soporta miles de vehículos.
Para esas horas, las patrullas 0588 y 0576 de la Policía Ministerial se asomaron en medio del tráfico, vieron que el bloqueo era competencia del Municipio y dieron media vuelta.
Y mientras el chofer del camión 46 de la ruta naranja “Colonia Hidalgo”, trabado entre los automóviles, recomendaba a sus pasajeros que bajaran y siguieran a pie, de un autobús de Ómnibus de México descendía una señora con sus maletas en mano, pues el tiempo transcurría y el bloqueo de los comerciantes parecía interminable.
No conformes con el desquiciamiento logrado hasta el momento, los manifestantes avanzaron a los dos carriles que les faltaban, y así lograron mantener el control total de bulevar Francisco Villa desde minutos antes de las 11:00 de la mañana.
Para las 11:30 horas llegó Roberto Bravo Ontiveros, director de Seguridad Pública Municipal, quien intentó desactivar el bloqueo que para entonces llevaba más de hora y media, y sin embargo se regresó como llegó: sin una solución.
A partir de entonces fueron llegando desgranados el Jefe de Inspeccción y uno por uno los regidores miembros de la Comisión de Actividades Económicas, siendo Héctor Partida y Catalina Mercado Gallegos los que encabezaron las negociaciones en todo momento hasta lograr, después del mediodía, que los comerciantes se retiraran de tres de los cuatro carriles que tenían bloqueados.
Previo a ello, desde las 13:00 horas en que llegó personal de la Dirección de Averiguaciones Previas (DAP) su intención siempre fue negociar con advertencias de usar la fuerza pública para quitarlos, esto en voz de Hilda Ontiveros Hernández, quien se presentó como coordinadora de Ministerios Públicos.
UNA ESPERANZA
El desarrollo parecía llevar rumbo cuando el abogado Luis Covarrubias arribó al lugar del plantón-bloqueo y les prometió a los manifestantes un amparo de la justicia federal para dejar sin validez el permiso que el Cabildo había concedido para su instalación a la Expo Magna.
Din embargo, el litigante se marchó alegando trámites en el juzgado federal, y no volvió con una respuesta favorable para los comerciantes de Durango, quienes ante ello, a las tres de la tarde, volvieron a bloquear el tráfico en dos carriles del bulevar.
Ahí fue precisamente donde se empezaron a caldear los ánimos entre los representantes de la Procuraduría de Justicia y los bloqueadores, pues la Coordinadora de MP’s, Hilda Ontiveros, evitó a gritos y empujones que algunos manifestantes desvalijaran una camioneta con traila repleta de mercancía que se dirigía a la expo.
Y a partir del hecho, la funcionaria policial le apostó al arribo de los antimotines para desactivar “de una vez por todas” a los quejosos, lo cual logró, y también hizo que Maricela de Alba, comandante operativa de la Ministerial, arribara al lugar aproximadamente a las tres de la tarde con diez minutos.
En ese lapso también llegaban al bloqueo más regidores municipales para sumarse a la mesa de negociación con los comerciantes, pero a partir de las cuatro de la tarde la manifestación y el intento de solución tomó otro rumbo, a partir de que llegó hasta ahí Ruth Medina Alemán, titular de la DAP.
EL DESENLACE
Hilda Ontiveros se acercó a su jefa, Medina Alemán, para pasarle un reporte de lo ocurrido, y entre otras cosas le dijo que los regidores y las autoridades municipales ya no querían negociar, sino que, por el contrario, querían abandonar la mesa de diálogo.
Ruth Medina escuchó y quiso que se llamara a Pedro Chávez y a Roberto Bravo, directores de la Ministerial y de la Preventiva, respectivamente, para que apoyaran el procedimiento que seguía: el desalojo.
Bravo no llegó, al menos no hasta donde estaba la Directora de la DAP, pero sí lo hicieron Chávez y Maricela de Alba, quienes recibieron ahí la instrucción de estar pendientes para desalojar a los bloqueadores con el uso de entre 40 y 50 antimotines de la Ministerial.
Antes, Medina se acercó a los bloqueadores y les pidió “de la manera más atenta que se retiren”. Y como no le hicieron caso, les dio un plazo de dies minutos para que lo hicieran. Sin embargo, sin haber transcurrido siquiera un minuto volteó a ver a sus comandantes operativos y les ordenó que ya actuaran.
Los agentes ministeriales rodearon a los inconformes y por instrucciones de Maricela de Alba, de Ruth Medina y de Pedro Chávez iban haciendo aprehensiones con el uso de la fuerza, de las patadas y los empujones.
El regidor Héctor Partida intervino para que ya no siguieran agrediendo a las mujeres, y también reclamó el motivo de los excesos en contra de su homólogo Francisco Ávila y del jefe de Inspección, Adolfo Sánchez. Pero la reacción fue todavía peor y más visceral en su contra, por parte de los antimotines.
Al final, el saldo fue de casi una decena de comerciantes golpeados. Algunos de ellos fueron: Manuel Pérez Rocha, Arcelia Aguirre Valles, Gerardo Luévanos Yáñez, Maricela Granados y Blanca Martínez González –los tres primeros fueron incluso detenidos y trasladados a la DAP-. Al final, el Ayuntamiento determinó ordenar la clausura de la Expo Magna.
Innecesario, llegar a extremos: CCE
Luego de la trifulca que se generó a raíz de la instalación de una expo de ropa y calzado, puesto que comerciantes locales se manifestaron afectando el tránsito del bulevar Francisco Villa, el Presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) dice que no era necesario llegar a esos extremos.
Carlos García Cruz, líder del CCE, asevera que el diálogo es lo más importante. “No es necesario llegar a estos extremos porque se perjudica a terceros. Hay una situación que ya la hemos expresado. De acuerdo a la ley cualquier mexicano puede vender sus productos en cualquier punto de la República, no podemos estar en contra de la misma ley”, declara.
El empresario insiste que se debe tener respeto a la legislación actual. “Estamos con nuestros asociados y sabemos de la situación difícil que estamos viviendo, principalmente el comercio, y quizá esto ha hecho que la gente salga a protestar y están en todo su derecho pero el diálogo es mejor”, complementa.
Cuestionado sobre la adecuación al Reglamento de Actividades Económicas contesta que se ha pedido a las autoridades que este marco normativo sea modificado pero debe ser dentro de lo que dice la Constitución mexicana.
“Se deben buscar hasta donde sea las formas para mejorar esta situación para nuestros comerciantes”, enfatiza García Cruz.
