Prevalece la inseguridad en la comunidad
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- El tiempo parece detenerse en el ejido Dolores. Pese a que han transcurrido ya 69 años desde su creación, no hay indicios de desarrollo y los servicios parecen no llegar, luego de más de 20 administraciones municipales.
Las noches son peligrosas en el ejido Dolores. A partir de las nueve de la noche, malvivientes se apoderan de las calles y la seguridad de los habitantes se termina a partir de los robos y destrozos que aquéllos ejecutan a su paso, ante la falta de elementos policiacos de vigilancia.
Las peticiones de los habitantes de la comunidad de Dolores al presidente municipal son la adecuación del consultorio, alumbrado público, arreglo de los caminos al interior de la comunidad, material para la iglesia y, sobre todo, seguridad.
“Sí quisiéramos que nos eche la mano el señor presidente en todo esto, porque sí nos hace mucha falta”, dice Tomás González Ibarra, comisariado ejidal de Dolores. Señala que unas 500 personas en la comunidad cuentan con agua potable, mientras que el drenaje y otros servicios de plano no existen: “como estamos muy lejos de la mancha urbana... esperemos que al rato nos llegue por aquí”.
El ejido Dolores existe desde el año de 1936, pero los avances de la modernidad que se vive en la cabecera no llegan. El comisariado ejidal reconoce que el crecimiento del poblado ha sido lento, y que no se aprecia desarrollo alguno en cuanto a los servicios, pues al igual que hace 69 años, las calles no tienen pavimento, no hay drenaje, ni alumbrado, el agua escasea y carecen de vigilancia.
“Nada... nada... de hecho, se han solicitado servicios en otros periodos de presidentes y nunca han tomado cartas en el asunto”, manifiesta, “esperamos que en este periodo el señor alcalde sí nos apoye con las peticiones que se le hicieron”.
El alcalde de Gómez Palacio, Octaviano Rendón Arce, visitó Dolores el pasado jueves y los ciudadanos, en su mayoría gente de la tercera edad, aprovecharon para exponerle sus necesidades. El presidente se comprometió a ayudarles, pero insistió en que la gente debía también cumplir con el pago por el servicio de agua potable, pues la deuda del ejido alcanza los 100 mil pesos.
El comisariado ejidal es tajante cuando dice que el campo, donde laboraba la mayor parte de los pobladores, ya quedó atrás: “lo que se siembra ya no alcanza para mantener a una familia, así que el personal de aquí trabaja en granjas, establos, una parte en Gómez, hay gente de la tercera edad, son personas muy humildes”.
Necesidades
Éstas son las necesidades que los habitantes del ejido Dolores piden solucionar al presidente municipal.
-Seguridad.
-Reparación de caminos internos.
-Alumbrado público.
-Material para mejorar la iglesia.
-Modificaciones al consultorio médico.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón