EL SIGLO DE TORREÓN
Los bailes y matinnes en el Casino de La Laguna, las reuniones en el Club Lagunero de Gómez Palacio, las tertulias en el Parque España o en el Club Alemán, las tardes en las huertas de Lerdo, en los ranchos o en casas particulares...
Todas esas anécdotas y más son un legado único para la sociedad lagunera, que dejó como testimonio doña María Rosa Ortiz de Bredée, estimable dama lagunera que falleciera recientemente, dejando un hueco entre sus amistades y familiares difícil de llenar.
Y es que decir su nombre no sólo implica los numerosos bailes y tertulias que organizó, sino que va más allá en las múltiples labores sociales que hizo, motivo por el cual se le brindará un merecido homenaje en próximas fechas.
Precisamente, en uno de los reconocimientos a su memoria realizado la mañana de ayer con motivo de la donación de unos documentos musicales al Instituto de Documentación y Archivo Histórico Eduardo Guerra por parte de la familia Bredée, muchas de sus amistades estuvieron presentes.
Entre los que asistieron, se captó a Selina Bremer de Cepeda, María Rosa Bremer de Torres y Mirita Bredée de Garza; Leonor Lobo de González y María Elena Arenal Rubín.
Por mencionar sólo algunos, también estuvieron María Luisa Dingler de Miñarro, Mirita Treviño de Bredée, Rosario Lamberta de González, María Rosa Bredée de Bremer y María Isabel Saldaña; José Francisco Bredée Ortiz, Marcelo Bremer Sada y Fernando Bredée Ortiz; Roberto García Bredée y Gustavo Bredée Treviño.