Juramenta Barzani como nuevo presidente de Kurdistán.
Reuters
KIRKUK, Irak.- La violencia en Irak, se cobró la vida de al menos 23 personas en dos atentados suicidas. Por la mañana un atacante mató a 18 personas e hirió a unas 53 en un mercado atestado en Kirkuk, ciudad del norte de Irak étnicamente dividida y centro petrolero, según informó un destacado responsable policial.
El extremista caminó en medio de la gente que hacía sus compras en el mercado callejero del centro de la ciudad, dejando una escena de devastación, con charcos de sangre en el suelo.
?Según los primeros informes, un suicida con un cinturón de explosivos se voló?, dijo el mayor general de la Policía de Kirkuk, Torhan Abdul Qader. Policías y viandantes luchaban por ayudar a los heridos y cargaban los cuerpos ensangrentados de los muertos en camionetas.
El motivo del ataque se desconoce, pero llegó poco después que el veterano líder nacionalista kurdo Masoud Barzani tuviera que jurar formalmente el nuevo cargo de presidente electo de la región autónoma de Kurdistán, en una ceremonia en Arbil.
Kurdos, árabes y turcomanos se disputan el control de Kirkuk, centro petrolero con un rico potencial situado a unos 250 kilómetros al norte de Bagdad.
Además, cerca de Bakuba, al noroeste de la capital, otro suicida con bomba mató ayer a cinco soldados iraquíes cuando atacó a una patrulla en Kenaan, al este de la ciudad, indicó la Policía.
Otros tres soldados y dos civiles resultaron heridos, informó Ahmed Fuad, médico de un hospital de Bakuba. Los insurgentes también atacaron la comisaría de policía de Kenaan con morteros, prendiéndole fuego.
Desde que un nuevo Gobierno shii se formó hace dos meses, existe un resurgimiento de ataques con coches bomba en Irak, muchos de ellos dirigidos a fuerzas de seguridad iraquíes.
Descubren cadáveres
La Policía iraquí descubrió el lunes dos docenas de cadáveres, incluyendo 17 empleados de una empresa de seguridad local, abandonados al oeste de Bagdad, en lo que es la última serie de una seguidilla de hallazgos en la zona en semanas recientes.
Los 17 cuerpos fueron encontrados el lunes cerca de Habbaniya, al oeste de Bagdad, informó una fuente del Ministerio del Interior. La fuente añadió que eran empleados de Sadir, firma de seguridad que tiene un contrato para proteger a convoyes estadounidenses de abastecimiento que operen en la zona. De todos modos, otra fuente dijo que trabajaban para la compañía de electricidad.
No estaba claro cómo o cuándo fueron asesinados. En recientes semanas, decenas de cuerpos fueron encontrados en la provincia de Anbar, al oeste de la capital, punto central para la insurgencia. Muchos de ellos tenían un tiro en la cabeza, y algunos estaban atados.
La Policía halló otros siete cadáveres el lunes, al oeste de Habbaniya, cerca de la localidad de Hit, vecina al río Éufrates. Seis correspondían a iraquíes y uno a un nepalí, informaron.
Todos eran empleados de la compañía de telefonía móvil Iraqna.
No fue posible hablar inmediatamente con un portavoz de Iraqna, firma de propiedad egipcia que tiene contrato para proveer servicios de telefonía móvil en el centro del país.
La insurgencia ya había atacado a empleados de Iraqna, particularmente a ingenieros empleados para instalar torres de transmisión en lugares lejanos y peligrosos como la provincia de Anbar.