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MÉXICO, DF.- La décima corrida de la Temporada Grande 2004-2005 de la Plaza México, además de una oreja para Humberto Flores y otra para José Luis Angelino, tuvo incidencias peculiares, como la irrupción del matador Rodolfo Rodríguez "El Pana", quien exigió una corrida de despedida a la empresa antes de ser remitido a la Delegación Benito Juárez, y la gran bronca que protagonizó la afición al darle la espalda al juez de plaza Ricardo Balderas, quien se negó a sustituir al quinto de la tarde, un toro falto de trapío.
Ante unos siete mil aficionados y con algo de viento, fueron corridos seis toros de Carranco, medidos de fuerza y desiguales de presentación; destacó el segundo, al que se dio arrastre lento, y el quinto, que desató tremenda bronca. Hubo uno de regalo de Xajay, bravo y justo de presencia.
El subalterno Christian Sánchez se desmonteró tras banderillear al primero de Humberto Flores. El toro acusó debilidad y el diestro de Ocotlán tuvo que torearlo a media altura. Estuvo voluntarioso. Mató de casi entera en buen sitio; al tercio. El segundo enemigo de Flores se quedó pegado al piso y le buscaba de continuo, lo mató tras dos pinchazos y un descabello.
Silencio y pitos en el arrastre
Flores regaló uno de Xajay que hizo séptimo, al que instrumentó un ajustado quite por florentinas. El subalterno Christian Sánchez volvió a saludar en el tercio por su labor. El astado fue bravo y Flores trató de domeñarlo con pases por bajo para realizar toreo de recorte. Al principio tuvo un par de tandas por derecha, pero terminó por ahogar las embestidas del toro; mató de estoconazo y cortó una oreja.
José Luis Angelino a su primero, que barbeaba las tablas, lo banderilleó con exposición, acierto y gallardía. Instrumentó un interesante trasteo en el que lucieron los cambiados de manos por delante y por la espalda, que ligó con pases por derecha y naturales. Hubo un remate de pecho que ejecutó alargando la suerte hasta lo imposible, que arrancó una fuerte ovación. Mató de entera ligeramente caída, una oreja y arrastre lento.
El segundo de Angelino fue protestado pero el juez Ricardo Balderas, no lo devolvió; todo sol y buena parte de sombra no cesó de gritar improperios al juez y a la empresa mientras se ponía de pie y daba la espalda hacia la arena. Angelino abrevió, silencio y pitos en el arrastre.
Israel Téllez a su primero, que fue débil, cuando iba a colocarle el tercer par de banderillas, su cuadrilla lo estrelló en el burladero y ya no se le tomó en cuenta su esfuerzo. Al doblar su toro, bajó el matador Rodolfo Rodríguez "El Pana", con una manta que decía: "Soy ?El Pana? un torero leyenda, hecho en esta plaza ante esta afición y exijo mi despedida pero la empresa me rechaza".
Ante su segundo, que fue débil y deslucido, Téllez estuvo voluntarioso; palmas.