Coincide la proyección de la cinta del mexicano Carlos Reygadas, con la del Episodio III de Star Wars en Cannes
Agencias
CANNES, FRANCIA.- La Guerra de las Galaxias, de George Lucas, eclipsó la Batalla en el Cielo, de Carlos Reygadas. No obstante, la cinta del mexicano no dejó a nadie indiferente en el Festival de Cannes.
Pese a que la organización de la programación hizo que la película de Reygadas debiera disputar la atención de los periodistas que cubren el festival al acontecimiento que fue el estreno del Episodio III de Star Wars, la afluencia para la primera proyección de Batalla en el Cielo fue enorme y hubo incluso tumulto porque muchos temieron no poder entrar.
Al final de la proyección hubo tantos aplausos como silbidos, y los comentarios en los pasillos del Palacio de Festivales eran polémicos. Unos ensalzaban el filme, otros le dirigían fuertes críticas. Pero, una cosa fue evidente: Carlos Reygadas, cineasta original y talentoso, no dejó a nadie indiferente.
Y es que el largometraje narra una violenta historia de culpa, sexo y poder. El chófer de un general secuestra a un niño, en complicidad con su mujer, y lo mata por accidente. Atormentado por la culpa, le confiesa el hecho a la hija del militar que, por placer, trabaja en un prostíbulo. A partir de esta fase de los acontecimientos nada es sencillo, aunque se presiente una tragedia que deberá aclarar la situación.
La religión, los más oscuros recovecos del ser humano y las perversiones juegan un papel fundamental en esta cinta que, además, explora con variado éxito el lenguaje cinematográfico.
Reygadas nació en 1971 en México y tras sus estudios de derecho se traslada a Bruselas en 1997 y se decide a consagrarse a su verdadera pasión: el cine. Durante dos años forma un equipo técnico integrado especialmente por personas sin experiencia y rueda su primer largometraje, Japón.
El filme, producido por él mismo, se presenta en 2002 en los festivales de Rotterdam y de Cannes, donde recibe una mención especial en la sección Cámara de Oro.
Batalla en el Cielo es su segundo largometraje. La producción, en este caso, es mayoritariamente francesa, aunque también hay una parte belga y otra mexicana.
El protagonista, Carlos Hernández, no es un actor profesional sino un chófer que trabaja con el padre del director desde hace 15 años en el Ministerio de Cultura.
Y luego de la proyección siguió la polémica, porque Reygadas no dudó en denunciar en Cannes la política que se sigue desde el Imcine (Instituto Mexicano de Cinematografía), al afirmar que ?el cine mexicano es un clan?.
?No apoyan proyectos de ninguno que no sea amigo de los directivos del Imcine?, lamentó el realizador durante la rueda de prensa de Batalla en el Cielo.
?Incluso después de la mención en Cámara de Oro por Japón (su primer trabajo) se me fue negado cuatro veces el apoyo y finalmente, después de ser aceptada en Cannes en selección oficial, se me dio un muy pequeño apoyo?, agregó el cineasta, quien rechazó sin embargo que hubiese una ?conspiración? en su contra.
Para la cinta de Amat Escalante, Sangre, ?no se le dio apoyo ninguno?, dijo Reygadas, quien además es productor del debut de Escalante, quien exhibió su película en la sección paralela, Un Certain Regard.
Durante la presentación de la producción de Sangre, Jaime Romandía, coproductor de ambas cintas, también señaló que en México se les negó todo el apoyo estatal, argumentando que el metraje carecía de calidad. Pero ?es mejor estar en Cannes?, concluyó.
UNA FICCIÓN MUY ACTUAL
La película de George Lucas, una más de la saga que le dio fama, reitera los mismos efectos especiales de las anteriores y explica la traición de uno de los protagonistas, Anakin Skywalker.
Fuera de esta novedad, los fanáticos de la saga volverán a ver abundantes combates entre naves y largas sesiones de burda esgrima con las luminosas espadas que caracterizan a los Jedi.
Desde un punto de vista más general, la cinta de Lucas muestra el asalto al Estado por parte de los Sith que, con la excusa de defender la libertad y la democracia, aplastan la República, instauran la censura y la dictadura y edifican un imperio.
Cualquier paralelismo con la realidad actual, corre por cuenta de los espectadores. Porque los temas usados por Lucas en su último filme -la democracia en peligro, y un gobernante que predica la guerra para preservar la paz- antedatan en casi 30 años el Episodio III: La Venganza de los Sith. Sin embargo, espectadores que vieron la película el domingo, y el mismo Lucas, destacaron similitudes entre el capítulo final de su saga de ciencia ficción, y la convulsionada era actual.
Lucas dijo que basó su guión en alteraciones históricas que conducen de la libertad al fascismo, sin que se le hubiese ocurrido que cuando comenzó a escribirlo, a fines de la década anterior, eventos contemporáneos podrían tener paralelos con su filme de ciencia ficción.
A diferencia de Michael Moore, cuya visita a Cannes el año pasado para presentar Fahrenheit 9/11 fue una intensa campaña de denuncia de la política de Bush, Lucas nunca mencionó al presidente estadounidense por su nombre. Sin embargo, se mostró ansioso por expresar su rechazo a la invasión de Irak. Al mismo tiempo, insistió en que el guión fue escrito antes de que Bush ordenara la ocupación del país árabe. ?Cuando escribí el guión, Irak no existía?, dijo Lucas con una sonrisa.
LO OVACIONAN
La temática de Episodio III: La Venganza de los Sith, del cineasta George Lucas, causó una emocionada respuesta en Cannes.
La democracia en peligro y un gobernante que predica la guerra para preservar la paz lograron que los espectadores que vieron la película y el mismo George Lucas, destacaran similitudes entre el capítulo final de su saga de ciencia ficción y la convulsionada era actual.
El director expresó su esperanza de que la película sirva para ?despertar a la gente (en Estados Unidos) de las amenazas contra la democracia? en su país, en donde reconoció que existían problemas políticos ?como la corrupción?.
La prensa especializada afirmó que encontraba paralelismos entre la cinta y la invasión en Irak. George Lucas rechazó que así fuera y señaló que para toda la saga se inspiró en el Imperio Romano, Napoleón y la Alemania de Hitler, porque ejemplificaban cómo ?una democracia podía perderse y convertirse en una dictadura? y ?cómo el bien podía transformarse en el mal sin darse cuenta?.
El realizador, que celebró la víspera su cumpleaños, fue festejado ayer en Cannes, donde vendió una de sus primeras películas hace 30 años.
Lucas comentó que prefería que su película no hubiera entrado en la competición del festival por los premios, ?porque probablemente perdería?.
En la conferencia de prensa estuvo acompañado de varios de los protagonistas del último episodio de Star Wars, que se estrena a nivel mundial el próximo 19 de mayo, entre ellos Samuel L. Jackson, Nathalie Portman y Hayden Christensen.
El director, que recibirá un trofeo en el festival de cine por su carrera cinematográfica, confirmó que de ahora en lo adelante se dedicará a filmar películas artísticas y experimentales.
Y más mexicanos
Coincidiendo con Carlos Reygadas, también se encuentra en Cannes el actor Gael García Bernal, quien se ha desplazado hasta la Costa Azul francesa para presentar The King, el debut en la ficción del documentalista James March.
Además, Arturo Ripstein, proyecta el documental Los Héroes y el Tiempo, en una sesión especial dentro de la Semana de la Crítica.
Esta misma sección ha invitado a las tres películas que fueron premiadas en la pasada edición del Festival de Cine de Morelia: Trópico de Cáncer, de Eugenio Polgovsky; El Pasajero, de Matías Meyer; y De Raíz, de Carlos Carrera.
Los Héroes y el Tiempo, ofrece los testimonios de cuatro guerrilleros con los que Ripstein ya conversó para el documental Lecumberri (1976), cuando los protagonistas se encontraban en la cárcel preventiva de la Ciudad de México como presos políticos.
Asimismo, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro han presentado el rodaje de El Laberinto del Fauno, un largometraje que se rodará a partir de junio en España, con Sergi López y Maribel Verdú. Estará dirigido por Del Toro y producido por Cuarón.