Disparan al menos 43 tiros de cuerno de chivo desde un automóvil reportado como robado en California, Estados Unidos.
La Paz, Baja California Sur (SUN-AEE).-Tres hombres fueron ejecutados a balazos con armas AK47, en pleno centro de la ciudad, informó el procurador de Justicia, Fernando González Rubio, y confirmó la petición a la Procuraduría General de la República (PGR) para que atraiga el caso ante la evidencia de su relación con el narcotráfico.
Los hechos ocurrieron en la esquina de Esquerro y 16 de Septiembre, en la zona de bares del malecón, en la madrugada, cuando dos hombres encapuchados dispararon al menos 43 tiros de cuerno de chivo desde un automóvil tipo Voyager reportado como robado en California, Estados Unidos, sin que haya detenidos.
En el automóvil Jetta negro con placas CZE51-31, atacado por los sicarios, murió el conductor, Gabriel Esteban Palomino Antuna, de 33 años de edad, mientras que sus acompañantes, Ernesto Alonso Domínguez Raya, de 32, y Salomón Magaña Moya, de 31, fueron cazados cuando intentaban escapar.
El procurador dijo que los tres hombres muertos tienen, como antecedente común, el haber estado bajo procesos por delitos contra la salud, lo que lleva a deducir una ejecución del narcotráfico, además del tipo de armas usadas, por lo cual se dio vista a la PGR y se espera que esa dependencia atraiga el caso.
El funcionario negó que la cuarta ejecución que relaciona a Baja California Sur con el narcotráfico en menos de un año ponga en riesgo el quinto lugar entre los estados más seguros del país, porque "no son denominador común" y tampoco "tiene relación con la gente que trabaja bajo esquemas de honestidad".
En agosto del año pasado murió el agente ministerial Eduardo Fernández Oyorzábal, durante un atentado contra el ex comandante Salomón Ricalday García, su jefe, quien finalmente fue ejecutado en Durango, Durango, en noviembre, en medio de señalamientos de infiltración del narco en la Policía Ministerial local.
A principios de enero de este año sufrió igual fin el comandante de la Agencia Federal de Investigaciones para la región norte del estado, Ramón Huerta Silva, quien estaba relacionado sentimentalmente con la hija de la dirigente de una banda de traficantes en Guerrero Negro, los límites con Baja California.
