Asesinos dejan con vida a tres testigos y amparados en la noche se dan a la fuga..
El Siglo de Durango
Una decena de individuos, armados con pistolas largas y AK-47, conocidas como ?cuernos de chivo?, asesinaron a tres personas y dejaron con vida a tres como testigos de su venganza, pues ?El Jarocho?, como es conocido el líder de los gatilleros, dejó en claro que la ejecución era ?contra quienes mataron a mis hijos?.
Los antecedentes de esta venganza se remontan en el tiempo; ni los testigos pueden asegurar a cuánto, pero en la zona en donde se llevó a cabo la ejecución se comenta que este tipo de hechos de sangre son cosa de todos los días y de la mayor parte de ellos las autoridades ni cuenta se dan.
En esta ocasión, las cosas fueron planeadas; se estudió el momento en que las víctimas estarían en su casa y no importaba que el resto de sus familiares los acompañaran. El objetivo era acabar con la vida de Pedro Ulibarria Labrador y los hermanos Geroncio y Juan Victor Ulibarria Mancinas, sobrinos del primero.
En la tranqulidad de su hogar, los tres dormían plácidamente en compañía de otras tres personas y ni cuenta se dieron cuando llegó hasta su domicilio Gilberto García, alias ?El Jarocho?, acompañado por Rufino Morales Silva, Ángel Mancinas Aguilar, Jovito Mancinas Morales y Raúl Gallardo, entre otros, todos ellos bien provistos de armas largas, cortas y abastecidos de municiones.
Mientras una parte de los gavilleros esperaban en el exterior de la vivienda de Pedro y sus sobrinos, los otros facinerosos entraron con las armas en la mano y en forma violenta, con gritos y malas palabras, despertaron a todos los moradores, llevándolos a un sitio predestinado, amparados en las sombras de la noche.
Todo estaba debidamente planeado para matar a Pedro Ulibarria Labrador, de 60 años de edad, y a sus sobrinos Geroncio y Juan Víctor Ulibarria Mancinas, de 23 y 17 años de edad, respectivamente.
Los habitantes del poblado La Campana, municipio de Pueblo Nuevo, en donde los ahora occisos tenían su domicilio ni cuenta se dieron de los acontecimientos hasta el día siguiente; hubo algunos que escucharon detonaciones a eso de las tres de la mañana, pero en esos lares son situaciones cotidianas y por ello no se alteraron.
Los integrantes de la familia Ulibarria no pudieron argumentar nada al verse encañonados por quienes hasta ese momento eran unos desconocidos; no hubo espacio para el diálogo, las órdenes tajantes, salpicadas con amenazas y malas palabras los inhibieron y solamente alcanzaron a percibir los fogonazos que escupían los ?cuernos de chivo? y las metralletas calibre .223
Las ráfagas de esas mortales armas fueron bien dirigidas, las tres personas sobrevivientes indican que se trata de sujetos acostumbrados a disparar y que lo hicieron hacia los objetivos que tenían escogidos: Pedro, Geroncio y Victor, quienes cayeron acribillados en un charco de su propia sangre.
Tan pronto se disipó el olor a pólvora, ?El Jarocho?, como es mejor conocido Gilberto García, se dirigió a Dioniso Ulabarría Labrador, de 23 años; Severina Mancinas Cabrera y Alejandra Cabrera Mancinas, ambas de 39 años de edad, que quedaron con vida y les dijeron que con ellos no querían nada. ?Mi venganza es contra quienes mataron a mis hijos?, les dijo ?El Jarocho? y protegido por sus secuaces y las sombras de la noche, abandonó el lugar de los hechos para huir con rumbo desconocido.
Los aterrados sobrevivientes de estos acontecimientos, tras reponerse de la sorpresa, dieron aviso a la Policía Ministerial y proporcionaron los datos iniciales de la ejecución además de narrar en forma detallada la forma en que ocurrieron los hechos.
De acuerdo con las primeras indagatorias, se sabe que la venganza de ?El Jarocho? tiene origen en el homicidio de sus hijos Óscar y Álvaro García, quienes se presume que fueron asesinados por Juan y Jesús García Ulibarria, familiares de los hoy occisos, por lo que el objetivo primordial de este homicida era matar a estas dos personas.
También se logró conocer que el líder de los gatilleros tiene antecedentes penales en el estado de Sinaloa, en donde se encuentra prófugo de la justicia. Sus acompañantes son originarios del poblado Los Cedros, de la citada demarcación serrana, y al parecer también son prófugos de la justicia porque se les señala como presuntos responsables de varios ilícitos entre los que se mencionan asaltos, robos y otros delitos.
En cuanto a estos hechos, la Policía Ministerial lleva a cabo operativos para encontrar a los presuntos homicidas para lo que pidió la ayuda del Ejército Mexicano, debido a la alta peligrosidad de los gavilleros.
Rencillas.
Por venganza familiar ayer perdieron la vida tres personas en el poblado La Campana, municipio de Pueblo Nuevo
Pedro Ulibarria Labrador, 60 años, muerto.
Geroncio Ulabarria Mancinas, 23 años, muerto.
Juan Víctor Ulabarría Mancinas, 17 años, muerto.
Dionisio Ulabarría Labrador, 23 años, sobreviviente.
Severina Mancinas Cabrera, 39 años, sobreviviente.
Alejandra Cabrera Mancinas, 39 años, sobreviviente.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.