EFE
Lausana, Suiza.- El COI impartió ayer justicia a dos deportistas implicados en casos de dopaje, con resultado feliz para la ciclista colombiana María Luisa Calle, a quien le devolverán la medalla de bronce que ganó en Atenas en puntuación, y con triste final para el atleta estadounidense Jerome Young, que habrá de desprenderse del oro que ganó en Sydney en el relevo 4x400.
Con ambos casos ya habían sido objeto este año de una sentencia firme por parte del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), pero sólo el COI, ?dueño? de los Juegos, tiene la potestad de dar o quitar medallas, como hizo ayer su Comisión Ejecutiva, reunida en Lausana, Suiza.
La lucha emprendida hace más de un año por Calle para recuperar su premio y limpiar su nombre alcanza así su fin, aunque la guinda llegará cuando el COI envíe al Comité Olímpico Colombiano la medalla de bronce retirada y la veterana ciclista vuelva a colgársela del cuello.
La Federación Colombiana de Ciclismo, primero, la Unión Ciclista Internacional, después, y el Tribunal de Arbitraje, por último, han considerado, demostrado sin lugar a dudas, que Calle dio positivo en Atenas tras tomar un medicamento limpio que su organismo transformó en la sustancia prohibida heptaminol, sin culpa por parte de la deportista.
La admisión del error cometido con ella le supondrá, además, una indemnización de 7,500 francos suizos (unos 6,000 dólares).
La cara amarga de toda la historia le toca ahora a la estadounidense Erin Mirabella, que terminó en Atenas cuarta en puntuación pero que, al ser descalificada Calle, recibió luego el bronce. La norteamericana no tendrá ahora más remedio que volver a despedirse de la medalla.
Con más culpa que ella, igual suerte correrá su compatriota Jerome Young, que se aprovechó de que su federación hacía la vista gorda con su positivo por nandrolona en 1999 para acudir a los Juegos de Sydney un año después y ganar el oro en los 4x400, si bien él corrió la semifinal pero no la final.
La Federación Estadounidense admitió que así había sido y la Internacional (IAAF) pidió al TAS que se anularan los resultados del relevo completo y que, por tanto, todo el equipo perdiese la medalla, pero el Tribunal dictaminó el pasado julio que sólo Jerome Young era merecedor del castigo.