Finalmente las cuentas no le cuadraron al alcalde de Matamoros, Felipe Medina Cervantes. El día de ayer el Congreso de Coahuila ordenó a la Contaduría Mayor de Hacienda determinar si el priista incurrió en un delito penal para proceder en su contra con una demanda ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, al no comprobar la aplicación de 12 millones 338 mil 608 pesos.
Por varios meses el edil matamorense argumentó que el rechazo por parte del Congreso a la Cuenta Pública 2003 se debía a errores de forma, hoy la realidad es otra. Entre las principales cantidades no comprobadas por Medina se encuentra un millón 033 mil 281 pesos en recibos de nómina sin firma de recibido de los empleados, un millón 077 mil 436 pesos en materiales de construcción y eléctrico y dos millones 183 mil 046 pesos en apoyos sin comprobante de recibido de los beneficiarios.
El alcalde de Matamoros desde el inicio de su administración ha sido señalado por los ciudadanos debido al exceso de anomalías y promesas incumplidas. Venta de cerveza a pesar de la Ley seca bajo el amparo de las autoridades y la existencia de los rastros clandestinos, son tan sólo algunas de las irregularidades denunciadas por los regidores. En este contexto Matamoros es un pueblo sin Ley.
En el presente año, Felipe Medina Cervantes tan sólo ha asistido a su oficina en 15 ocasiones. Nunca ningún alcalde había logrado despertar tanto encono en su contra, no sólo de la ciudadanía sino también de sus compañeros de partido.
Ante la pobreza que vive la población de Matamoros es ofensivo el mal uso de los recursos públicos, sobre todo al ser una cantidad tan elevada. ¿Cuántas obras podrían haberse realizado con 12 millones de pesos?
En medio del proceso electoral éste es un fuerte golpe para el PRI, ya que nuevamente los actos de irregularidades y el mal uso de los recursos públicos se hace presente en uno de sus militantes. Sólo resta esperar que los diputados cumplan con su deber y este hecho no se convierta en un acto más de impunidad.
