Buenos Aires, (EFE).- El dinosaurio "de cuello corto" se ha convertido en una celebridad en Argentina y sorprende a científicos de todo el mundo, una década después de que un pastor de la Patagonia encontrase sus restos cuando buscaba a una oveja perdida.
El hallazgo del "Brachytrachelopan Mesai", un herbívoro que vivió hace 150 millones de años, puede aportar detalles hasta ahora desconocidos sobre la vida de los gigantes que habitaron el planeta en el período Jurásico, aseguró un especialista consultado por EFE.
"Esto abre una nueva ventana a la interpretación del nicho ecológico que ocuparon los saurópodos en la era Mesozoica", dijo Pablo Puerta, el jefe de un equipo de técnicos argentinos que, junto a un paleontólogo alemán, investigó los restos del dinosaurio.
A diferencia de otros diplodocus, que desarrollaron cuellos muy largos para poder alcanzar las ramas más altas de los árboles, este animal prehistórico tenía un cuello corto y grueso y un cuerpo también pequeño comparado con el de otros dinosaurios.
"En el laboratorio nos dimos cuenta de lo increíble de este saurópodo. Pensamos que le faltaba un pedazo de cuello y después de consultar la bibliografía existente tomamos conciencia de lo que teníamos", comentó Puerta.
El descubrimiento del llamado dinosaurio "de cuello corto", cuyos restos serán exhibidos en un museo de Argentina, fue divulgado a comienzos de este mes por la prestigiosa revista Nature y despertó un gran interés entre científicos de varios países, señaló.
Los fósiles fueron encontrados en un inhóspito paraje de la sureña provincia de Chubut, donde a finales de 2000 llegó un equipo de expertos locales encabezado por el alemán Oliver Rauhut, de la Colección Estatal Bávara de Paleontología y Geología de Múnich.
"No fue un hallazgo nuestro sino de un poblador de la zona, Daniel Mesa, a quien hace diez años se le había perdido una oveja y para buscarla se subió a un cerro donde encontró este dinosaurio. Lo llamamos 'Mesai' en reconocimiento a él", aseguró Puerta.
Según escribió Rauhut en Nature, el animal descubierto, de unos diez metros de longitud, pertenecía a una familia de saurópodos conocidos como dicraeosauros y "se alimentaba de plantas que crecían entre uno y dos metros".
El paleontólogo alemán atribuyó a esa especialización en las plantas de una altura determinada el menor tamaño de los dicraeosauros con respecto a la mayoría de los saurópodos, cuya ingesta de alimentos era necesariamente masiva debido a su cuerpo gigantesco.
"Este es el único en el mundo con el cuello más corto que el cuerpo. En los saurópodos la longitud del cuello excede a la del cuerpo entre un 160 y un 400 por ciento. En este caso el cuello representa el 70 por ciento del largo del cuerpo", completó Puerta.
A raíz de la particularidad de este dinosaurio, en Argentina crece la expectativa por ver los fósiles del "Brachytrachelopan Mesai", que serán expuestos a partir del mes próximo en el Museo Paleontológico Egidio Geruglio de la ciudad de Trelew, 1.400 kilómetros al sur de Buenos Aires.
"Todos los argentinos que trabajamos en este proyecto somos técnicos del Feruglio y el 'Mesai' será exhibido junto a los restos de un gran carnívoro para las vacaciones de invierno (austral) de julio, cuando vienen muchos turistas", sostuvo Puerta.
Agregó que uno de los mayores desafíos que debieron enfrentar los investigadores fue la extracción de los fósiles, que demandó dos años, ya que tuvieron que "cortar la columna vertebral del animal en tres partes para poder llevarlo al laboratorio" del museo.
Según el investigador, tampoco fue fácil recorrer los 380 kilómetros de "territorio hostil y desolado" que separan al lugar donde fueron hallados los restos del dinosaurio de la ciudad de Trelew.
"En esa zona, de 180 kilómetros de largo por unos 50 de ancho y con una topografía accidentada, uno se puede pasar toda la vida buscando, pero el esfuerzo vale la pena porque allí aparecieron fósiles de otros dinosaurios, mamíferos, tortugas y vegetales prehistóricos", destacó Puerta, de 39 años.