EFE
NUEVA YORK, EU.- El asunto de los esteroides dentro del beisbol profesional de las Grandes Ligas volvió a ser el centro de actualidad después que se cuestionó la credibilidad del asesor médico de la oficina del comisionado y la versión que ahora ha dado uno de los peloteros en activo, el cubano Rafael Palmeiro.
Mientras que el doctor Elliot J. Pellman tiene discrepancias con los títulos académicos que ha puesto en su biografía y los que realmente posee, Palmeiro, uno de los siete peloteros que fue llamado por el Congreso para testificar sobre el consumo de esteroides dentro del beisbol profesional, reconoció existe una generación que estaba ?contaminada?.
Pellman, que también estuvo ante el Congreso y alabó la política antidopaje establecida por las Grandes Ligas, ahora ha reconocido que existían ciertos errores en los datos que se aportaban en su currículo profesional, pero que ya habían sido solucionados.
?Se trato de errores que se dieron a través de las personas que escribieron los datos que se les había dado para que hicieran mi biografía?, comentó Pellman al periódico ?The New York Times?.
El nuevo problema de credibilidad de un profesional que trabaja para las Grandes Ligas, que asistió como experto a las audiencias celebradas el pasado 17 ante el Comité de Reformas Gubernamentales, ha generado más dudas e interrogantes sobre la transparencia de los ejecutivos que dirigen el deporte pasatiempo nacional.
Las nuevas revelaciones sobre Pellman fueron calificadas por el congresista demócrata por California, Henry Waxman, como ?sorprendentes? y poco constructivas.
?La nueva información no hace más que generar nuevas interrogantes sobre la credibilidad de Pellman y la de la política antidopaje que ha establecido el deporte del beisbol?, declaró Waxman, vicepresidente del comité de Reformas Gubernamentales que llevó a cabo las audiencias.
Todo lo contrario, de lo que dijo Robert Manfred Jr., vicepresidente ejecutivo de la oficina del beisbol, quien consideró como ?insignificante? las discrepancias sobre las versiones del currículo profesional de Pellman.
?No veo porque tiene que tener un impacto en su credibilidad?, comentó Manfred.
Pero las declaraciones que si van a tener una repercusión dentro del beisbol profesional fueron las que hizo el cubano Palmeiro, el mismo pelotero, que ante el comité con su dedo índice señaló a los congresistas para decirles nada más comenzar su testimonio, que ?nunca, nunca? había consumido esteroides.
Ahora, desde el campo de entrenamiento de su equipo de los Orioles de Baltimore, Palmeiro, admitió que toda una generación está bajo la sombra del consumo de esteroides.
El propio Palmerio, que durante años, representaba la imagen del pelotero con potencia y regularidad, ahora para algunos, también guarda relación con el consumo de sustancias prohibidas.
En la audiencia a la que también asistió su compatriota José Canseco, que en su libro ?Juiced? mencionó a Palmeiro y otros jugadores como consumidores de esteroides, iba a ser algo que cambiaría su imagen.
Palmeiro siempre ha negado haber usado esteroides, pero después de todo lo sucedido ya no puede negar que han cambiado las percepciones.
?En mi opinión, todos los que juegan al beisbol en esta época están contaminados?, admitió el primera base cubano. ?No sólo la gente que ha nombrado José en el libro, creo que toda esta era de los últimos diez, 15 o 20 años está contaminada?.
Palmeiro fue categórico cuando dijo que ?Independientemente de si uno hizo o no hizo nada ilegal, toda esta era llevará ese rótulo, el de los esteroides?.
Pero al margen de las dudas y polémica, Palmeiro, que está a apenas 78 imparables de ingresar al club de los 3,000 hits y 500 jonrones, al cual pertenecen los legendarios Hank Aaron, Willie Mays y Eddie Murray, quiere demostrar que su producción ha sido siempre limpia y honesta.
El toletero cubano es consciente que las estadísticas de su carrera deberían asegurar su ingreso al Salón de la Fama, pero tendrán que ser los votantes, los que al final estén convencidos de que sus logros no fueron un efecto de la ayuda que pudo tener con el posible uso de los esteroides.
?Honestamente no creo que pueda hacer nada al respecto, simplemente mi deber y obligación es la de seguir jugando con la misma pasión de siempre y sobre todo respetar las reglas del deporte?, destacó Palmeiro.
El toletero cubano reiteró que quienes lo conocen de verdad saben que todo lo que ha conseguido, incluidos los 551 jonrones y 2,922 hits, ha sido producto del esfuerzo y la facilidad de pegarle a la pelota.
