EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La gran cantidad de regulaciones y disposiciones en México crea un campo muy fértil para la presencia de fenómenos de corrupción, señala el director de Planeación y Desarrollo Académico de la Universidad Autónoma de La Laguna (UAL), José Castro Mancillas.
?Es muy necesario seguir pensando en la simplificación, en que los procesos sean mucho más sencillos y expeditos para que la Iniciativa Privada genere nuevas expectativas de negocios para producir bienes y servicios que satisfacen las necesidades de la sociedad, generan fuentes de ocupación?, añade.
Diversos organismos a nivel mundial han hecho cuantificaciones de cómo la corrupción distrae una gran cantidad de recursos que no se aplican estrictamente a la función productiva porque tienen que satisfacer múltiples requisitos y en cada uno de ellos, hacerlo expedito significa adelantar un pago ?extra?, apunta el catedrático.
?Es indiscutible, se han desarrollado procedimientos que permiten calcular cómo este tipo de fenómenos tiene una muy importante repercusión sobre la asignación de los recursos, la productividad y la eficiencia?, manifiesta.
Castro Mancillas explica que, cuando los empresarios se enfrentan a esta situación, gran parte de los recursos se tienen que desviar para conseguir los trámites y gestiones, pues el tiempo es factor fundamental.
?Si hay un proceso muy grande para comenzar un negocio, como es el caso de México, donde existen múltiples requisitos y cada uno está involucrado con dependencias distintas, esto nos hace suponer que en cada una de ellas hay términos de tiempo y el empresario con la intención de dinamizar sus acciones tiene que verse involucrado en cada uno de esos momentos para agilizar el proceso y la toma de decisiones?, indica.
?Se está invirtiendo tiempo cuando debiera estar enfocado en la puesta en marcha del negocio, lo tiene que dedicar a estas cuestiones, entonces ya hay aquí un costo?, continúa, ?pero hay que agregar que, para hacer las gestiones más expeditas hay que pagar algo, el monto es aún mayor?.
El economista insiste en que urge simplificar los procesos de trámites y regulaciones, pues en la medida que se faciliten, el riesgo de corrupción se reduciría considerablemente.
