Será a partir del mes de enero cuando los partidos políticos tendrán que entregar al Instituto Federal Electoral (IFE) informes parciales bimestrales de los gastos realizados durante las campañas en medios impresos y electrónicos de comunicación, esto con el objetivo de evitar que se rebase el tope de campaña de más de 650 millones de pesos impuesto a los candidatos a la Presidencia de la República.
Entre la documentación que deberán entregar los partidos están los informes de contrataciones, las condiciones de pagos, tarifas unitarias y copias del contrato con los medios. Además estará prohibido que los partidos reciban bonificaciones de espacios de los medios, por constituir acciones que la Ley prohíbe. Esto permitirá tener más claridad y transparencia sobre el precio unitario y los spots pagados a los concesionarios de radio y televisión.
Es importante que el IFE establezca los “candados” necesarios para que exista una mayor transparencia entre las relaciones de los medios y los partidos políticos. Basta recordar la experiencia en el año 2000 cuando la televisora del Ajusco realizó una campaña de desprestigio contra el candidato perredista, Cuauhtémoc Cárdenas.
Más allá de los espacios pagados y debido a lo cerradas que serán las elecciones en 2006, hoy más que nunca los medios de comunicación, particularmente las televisoras, deben apostar a la equidad para cumplir con el objetivo de informar con veracidad y difundir de manera objetiva las propuestas de los aspirantes a gobernar México.
En un país donde el promedio de lectura por habitante es de apenas .5 libro al año, la sobreexposición en los medios puede inclinar la balanza hacia alguno de los candidatos. Hoy más que nunca los mexicanos estamos obligados a analizar las propuestas y dejar a un lado el marketing, de ahí la importancia de monitorear las cantidades de dinero que se destinen para spots publicitarios.
