Desde hace 97 días la pantalla del Canal 40 está totalmente fuera del aire como consecuencia de una huelga. Ya ni siquiera aparece la leyenda de que obedece a razones técnicas, pues para nadie es un secreto que su evaporación de la programación lo único que no tiene es un problema técnico. Canal 40 era una fresca opción en la televisión mexicana que hoy está en el limbo por un mal empresario que engañó a los inversionistas que entraron en su rescate a lo largo de los años, que golpeó a todos sus trabajadores dejando de pagarles sus salarios y sus impuestos durante meses y que pretende hacer creer que todo lo que le sucede, es un atentado a la libertad de expresión. Por favor.
Un documento que entregaron recientemente los abogados de uno de los socios defraudados, Televisión Azteca, al procurador general del Distrito Federal, Bernardo Bátiz, para su conocimiento sobre los litigios que enfrenta el propietario del Canal 40, Javier Moreno Valle, es un trabajo revelador de arqueología empresarial que ilumina la lista de víctimas que creyendo en su sinceridad y observando el potencial que tenía la empresa televisiva, lo ayudaron financieramente y terminó engañándolos. Todos lo han demandado. Él no ha respondido a nadie.
Por el contrario, se fugó de la justicia mexicana, no por esas querellas empresariales, sino porque el Gobierno mismo le documentó y acusó de evasión fiscal. El documento pinta el desastre empresarial de Moreno Valle y arroja dudas razonables en apoyo a todos aquellos que desconfían que una vez resuelto el problema laboral las cosas vuelvan a la normalidad.
Los voceros de Moreno Valle y personas de buena fe sugieren que más de 140 trabajadores están actuando por consigna, pues teniendo listo el dinero para pagar todo el dinero que reclaman los trabajadores, éstos se nieguen a aceptarlo y levanten la huelga. Curioso. Durante todas las crisis, fue el reconocimiento a los trabajadores que laboraron sin recibir salario durante semanas consecutivas lo que generaba una rara mística en torno al Canal 40.
La Ley, en todo caso, avala a los trabajadores: pueden levantar la huelga cuando consideren que hay condiciones para la normalidad. Éstas, está claro, no existen hoy en día. El documento glosa siete convenios que suscribieron Canal 40 y Televisión Azteca que incluían uno de asociación estratégica donde establecían las bases para la adquisición de acciones por parte de Televisión Azteca, así como su responsabilidad en operación, comercialización y programación. Figura también un contrato de opciones de compra de acciones donde Moreno Valle se comprometía a otorgar una opción de compra a Televisión Azteca del 51 por ciento de las acciones del canal en noviembre de 2002 y los contratos de crédito que le otorgaron a cambio a Canal 40, que suman 25 millones de dólares, de los cuales 15 millones son el 50 por ciento de ingresos a tres años que debía rembolsar Canal 40.
El documento describe todas las demandas interpuestas contra Moreno Valle por incumplimiento de los contratos, que ha ido ganando consecutivamente Televisión Azteca en los juzgados. El conflicto entre Canal 40 y Televisión Azteca es el más conocido de todos, porque ha sido el más visible y el más enconado. Pero no es el único ni el mayor. En el informe que entregaron a Bátiz, los abogados de Televisión Azteca van descifrando los incumplimientos de Moreno Valle: 1.- A Francisco Ibarra, propietario del Grupo Acir, una de las cadenas de radio más importante del país, le firmó un pagaré por dos millones 234 mil 750 dólares, más intereses ordinarios y moratorios, que debía haber saldado en diciembre de 2001. No lo hizo y fue demandado. El juez falló en contra de Moreno Valle a quien ordenó pagar. Hasta la fecha, no lo ha hecho. 2.- Al Grupo Xtra, involucrado en textiles, alimentos, hoteles e inmobiliaria, de Isaac Saba, le suscribió cuatro pagarés por un total de 12 millones 710 dólares, y por casi seis millones de pesos con vencimientos en 2001, 2002 y 2003, por los que ofreció en garantía poco más de 26 millones de acciones. En cada uno de ellos, incumplió. Xtra tiene interpuestas cuatro demandas en contra de Moreno Valle. 3.- A Promotora Líbano, de empresarios poblanos, Moreno Valle suscribió un pagaré por dos millones 768 mil dólares que también incumplió, por lo que se le tiene fincado un juicio mercantil en un juzgado de Puebla. 4.- Moreno Valle y sus empresas Corporación de Noticias e Información y Televisora del Valle de México, que comprenden lo que es Canal 40, deben dinero al Banco de Comercio Exterior -que le rentaba las oficinas en el World Trade Center-, y al Seguro Social y al Infonavit, porque no pagaron las retenciones que hicieron a los trabajadores.
Este es un delito por el cual también podría ir a la cárcel, aunque las instituciones aún no lo demandan. Quien sí lo demandó fue la Secretaría de Hacienda por un adeudo del IVA, por lo cual se giró la orden de aprehensión en su contra por el delito de defraudación fiscal. Vista la documentación, resulta totalmente incomprensible pensar que resolviéndose el problema laboral, Canal 40 regrese a la normalidad.
Moreno Valle es un tipo de cuidado donde toda empresa debe mantenerlo a una distancia prudente. Incluye por supuesto a Canal 40, donde la viabilidad futura de la televisora, está claro, depende de la salida de su actual propietario. Tiene que vender el canal, lo que no significa que podrá evadir la cárcel. Trae muchos incumplimientos y posibles órdenes de aprehensión sobre su cabeza.
El bueno de la película resultó ser el más malo al final de cuentas. Pero lo único increíble es que haya tardado tanto en caer. Tendrá que agradecérselo a los trabajadores -engañados por un sueño-, quienes retrasaron tanto tiempo el desastre.
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