Para estas fechas ya vamos a cumplir nuestro primer mes con un miembro más de la familia. Nuestro cachorro ha empezado a crecer, ya deja de llorar por las noches, ya sabe dónde están y cuáles son sus cosas, los dientes son pequeños y afilados y todavía es causa de atención en la casa. Así es como comienzan la vida casi todos, con peleas por quien lo saca a pasear, quien lo lleva en el coche, e incluso por ver quién le da de comer y lo duerme. Al avanzar el tiempo y reincorporarnos a nuestra vida cotidiana nuestra mascota en la gran mayoría de los casos deja de ser el protagonista de la historia. Con esa misma facilidad con la que se ha ganado el cariño de la familia suele ser olvidado. Pierde el atractivo, y los niños (que ahora son adolescentes) prefieren estar pegados al teléfono, con los amigos y buscando la fiesta del fin de semana. Ya no quieren jugar con él; y si lo hacen es sólo en el intermedio entre alguna llamada o salida; o si no es debido a que no tienen nada más qué hacer. De un momento a otro nuestra mascota deja de ser interesante, el agua le dura toda la semana sucia, la comida es sólo vaciada por inercia en un plato sucio y su lugar para dormir suele ser el patio frío o incluso la calle. Si se pierde suele ser en ocasiones un alivio, y más aún si era una perrita preñada. Algunos perros suelen aislarse, otros se vuelven agresivos, y uno que otro se vuelve aventurero. Acaban en la calle, viviendo de milagros, siguiendo a los borrachos y durmiendo en las calles. Tienen tan buena suerte los perros que duran años en las calles antes de poder morir completamente, sufren accidentes a manos de automovilistas, recogen enfermedades de las calles, y sufren ante el repudio y los malos tratos de los humanos; pero ahí siguen, buscando un lugar donde poder ser libres, donde poder dar amor y lealtad a cambio de respeto y un techo. Ésta es a grandes rasgos el ejemplo típico de la vida de tantos perros que comenzaron su infancia en un ?hogar feliz?, de tantos perros que empezaron a vivir entre amor y atenciones; el día de hoy viven en una plaza abandonada y comen de la basura en las calles. A todos los que han recibido un cachorro para Navidad eviten por favor que su mascota acabe de esta manera, no le trunquen su derecho a ser feliz. Y a quienes tenemos una mascota en casa acordémonos de ella y evitemos que acabe así.
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