Se acerca el 14 de febrero, Día del amor y la amistad. Día comercial para algunos, día de fiesta para otros. Día de valor para buscar al ser amado, y día de crisis para los abandonados. Día ?especial? en algunas escuelas, pero día normal para los perros. ¿Acaso no merecen ellos tener algún día de fiesta? Por lo pronto sé que para nuestros perros será un día como cualquier otro, pero para los perros de la calle será otro día más en el cual lucharán por mantenerse vivos. Es muy difícil ver cuando un perro es atropellado, casi traumático ver cómo es golpeado, escuchar los aullidos de dolor, e incluso ver la mirada de miedo y la rigidez corporal debido al susto. En otras ocasiones es peor el dolor mientras van muriendo poco a poco debido a los golpes y la hemorragia interna. Es lamentable que diariamente perros estén cruzando periféricos, bulevares y avenidas muy transitadas mientras nosotros somos los que ocasionamos el problema al dejarlos vagar sin ningún cuidado. Yo creo que no debemos esperar a que llegue una fecha especial llamada ?día del perro callejero?. Y si es que existiera; ¿estaríamos dispuestos a dar parte de nuestro tiempo en ayudarlos? ¿en hacerles fiesta? ¿en recompensarlos de alguna manera? Yo sé que ese día aún no existe de la manera en la que me gustaría que fuese. Mas sin embargo yo les pido que este lunes nos acordemos de aquel perro que vemos siempre echado en una esquina, afuera de una cantina, cerca de la taquería, debajo de aquella camioneta abandonada, corriendo por aquella calle llena de tráfico y que le demos un poco de nosotros. Que mejor que fuese un hogar permanente, pero si no es posible hacerlo vamos a hacer mínimo un día dentro de este mes que sea memorable a quienes muy probablemente caigan en la batalla diaria por sobrevivir.
Arturo Castañeda Orduña
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