El Verano
Con la llegada del verano y el calor nuestra mascota está expuesta a varias enfermedades. Aquí están las más comunes.
El parvovirus puede permanecer activo en suelos contaminados por materia fecal infectada por más de seis meses, el cloro es un desinfectante eficaz y barato. La transmisión de la enfermedad se realiza por vía oral, a través del contacto con material contaminado por heces infectadas. Los síntomas de la enfermedad son: aumento de la temperatura corporal, decaimiento, falta de apetito, vómitos espumosos, diarrea, gemidos y arqueo del cuerpo, con muerte súbita.
El moquillo canino es una enfermedad generalmente mortal. Los síntomas de esta enfermedad son: decaimiento, aumento de la temperatura corporal, presencia de una secreción mucosa de color verde amarillento en los ojos y en la nariz, tos intermitente, vómitos, diarrea con sangre, el hocico endurecido, seco y resquebrajado. Al ser el moquillo una infección viral, no existen tratamientos específicos, sólo se tratan los síntomas pero carecen de acción sobre el virus que causa la enfermedad. Los síntomas nerviosos se tratan con sedantes y anticonvulsivantes. El pronóstico de la enfermedad es de reservado a grave. Los animales que se recuperan generalmente quedan con secuelas nerviosas.
La rabia es una enfermedad viral del sistema nervioso central. De acuerdo a su sintomatología puede dividirse en rabia furiosa y rabia muda. La rabia furiosa es la más fácil de diagnosticar. La rabia muda, más frecuente y más difícil de diagnosticar que la rabia furiosa es característica por las parálisis que ésta produce, pudiendo confundirse su sintomatología con varias enfermedades que afectan a la especie canina. El período de incubación de esta enfermedad es variable y depende de la zona de la mordedura. El período promedio de incubación de esta enfermedad está entre los cinco días y los cuatro meses, los animales afectados cambian de carácter tornándose muy cariñosos o muy agresivos, la zona de la mordedura muestra una gran picazón, el perro tiene muchas ganas de ladrar y de morder, busca esconderse y escaparse, roe o mastica dando dentelladas furiosas a las cosas de su alrededor. El animal presenta una salivación espumosa, sus ladridos son roncos y prolongados, tiende a correr y a morder a otros animales, muestra debilidad en la cola y en los miembros posteriores, dificultad para tragar, párpados y mandíbula inferior caídos, las mucosas se hallan enrojecidas, y la mirada perdida. El perro sospechoso de rabia jamás debe ser sacrificado sin antes haber hecho la denuncia ante autoridad competente, la que confinará al animal y de ser necesario sacrificará al mismo, remitiendo su cerebro debidamente acondicionado a laboratorio especializado para que haga el estudio correspondiente. La rabia no tiene cura.
Si quieres evitarle un sufrimiento innecesario a tu mascota atiéndela desde pequeña, cuídala, y hazte cargo de ella. No le hagas pasar por peldaños cercanos a la muerte. Te puedo asegurar que no se lo merecen, y que no es justo agregarle más peligros al aventarlos a la calle. Acércate a cualquier veterinario que con gusto te ayudará a cuidar de ella.
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