El nombre sugiere a alguien poderoso, con carácter, incluso malévolo. Mas sin embargo aquí nos referimos a un buen perro. Amistoso, tranquilo, con algo de carácter y muy unido a su familia. Malaquias fue un buen perro dirán la gran mayoría que lo conocimos. Tuvo la suerte de vivir en el seno de una familia del centro de Gómez, Palacio, Dgo. A pesar de las carencias propias de cada hogar, y del trabajo de todos los miembros de la familia siempre contó con la atención necesaria para ser feliz. Contaba con su propio cuarto, ahí tenía siempre comida, agua fresca y hasta su propio colchón. Aunque pocas veces se le podía ver dentro de la casa sus dueños se preocupaban por dedicarle algo de tiempo de calidad. Lo llevaban a correr, a caminar o simplemente de paseo con la familia. A él le tocaron muchos momentos de felicidad al lado de la familia, y también contó con momentos en los cuales llegó a ver la mirada de tristeza de sus dueños. Conforme fue pasando el tiempo se tornó más leal y confiado en las calles. A pesar del tráfico y del poco tiempo que estaba en la calle sin correa sus dueños siempre estuvieron al pendiente. Yo lo conocí apenas hace tres años y aunque ya era grande de edad, siempre fue muy dinámico y entendido. Esta semana salió a su paseo matutino como siempre, y al ver que se tardaba salimos a buscarlo. Al asomarnos por la puerta vimos que venía caminando como a tres cuadras. Al llegar Malaquias empezó a rasgar la puerta y a ladrar. Al abrirle la puerta entró, nos vio a todos buscando despedirse y se acostó mientras empezaba a llorar de dolor. El veterinario optó por dormirlo ya que su daño interno fue muchísimo. Al parecer lo atropellaron. Aún no sabemos cómo le hizo Malaquias para reunir tantas fuerzas y regresar, supongo que su voluntad lo llevó a morir en casa. A ver por última ocasión a sus seres queridos. Su familia aún no deja de pensar que de haberlo acompañado todos los días muy probablemente esto no hubiese pasado. Por eso vuelvo a insistir en que los perritos son como bebés, si no los cuidamos desde chicos aumentamos el riesgo de que mueran repentinamente. Por favor, a todos los dueños de perros les pido que nunca los dejen deambular por las calles solos, evitemos una tristeza más en la familia.
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