Se acerca la temporada navideña, y todos sabemos que los cachorros y perritos son un buen regalo, y más cuando son adoptados. Siempre tener un perro en casa nos trae grandes recompensas y responsabilidades. Pero, ¿verdaderamente estamos listos para tener uno en casa?
Hay que recordar que traer un cachorro a nuestra vida es una responsabilidad de por vida, esto está envuelto por momentos que serán felices y otros que necesitarán de mucha paciencia y entendimiento. Los puntos más importantes a considerar antes de optar por tener una mascota en casa son los siguientes:
Alimento
Además de las comidas de su perro, se deberá tomar en cuenta que no se le debe dar de comer todo lo que nosotros comamos. En ocasiones se puede necesitar alimento especial para cachorros, dieta especial para enfermedades, para perros viejos, etc. No se deberá de darle huesos de aves, tales como pollo, ya que podrían astillarse y perforar el esófago o el estómago. No olvidemos que el agua debe estar siempre limpia y disponible.
Abrigo
Para los perros de interior, se necesitará un cajón u otra área confinada a proteger al perro y sus pertenencias en la noche y en los días de mucho frío. Hay que tener el limpiador a la mano, acostumbrarlo a que orine y defeque ya sea en un papel o acostumbrarlo a que avise para sacarlo al patio o jardín. Se deben mantener las puertas cerradas de ciertos cuartos para evitar que el perro ingrese y de esta forma se protegen los objetos que no queremos sean juguetes de nuestro amiguito.
Los perros al aire libre deben tener un área cercada, jamás estar libres en la calle. Necesitarán también un buen lugar para protegerse del calor en verano, del frío en invierno, y de la lluvia.
Todos los cachorritos son adorables, por supuesto, solamente que crecen rápidamente -y algunos crecen mucho. Considere el peso y tamaño que alcanzará de adulto, recuerde que perros más grandes requieren más alimento y mayor espacio.
Estos puntos son muy básicos, mas sin embargo debemos tomarlos en cuenta ya que lo que menos queremos es que nuestros amigos acaben en las calles, deambulando entre coches, solos, enfermos, con hambre y frío. Hay que recordar que ellos también sienten la indiferencia de la gente.
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