Milán, Italia.- El Milán, escudado en su sólida fórmula y respaldado por el resultado de ida, no pasó por alto la cita de los cuartos de final, a la que acudirá alardeado por la estela de firme candidato al título tras sacar de la Liga de Campeones al Manchester United, incapaz de justificar con resultados el relumbrón de su plantilla.
El arsenal ofensivo dispuesto para la causa por Alex Ferguson no dio resultados. La artillería que suelen acumular hombres como Giggs, Cristiano Ronaldo y, especialmente, Rooney y Van Nistelrooy se estrelló contra el muro italiano.
Apenas se sobresaltó a lo largo del duelo el bloque de Carlo Ancelotti, sabedor de que la pólvora inglesa contenía fecha de caducidad. Y así fue. El ímpetu del Manchester decayó notablemente tras el descanso.
Y eso que el Milán tardó en adentrarse en el duelo. Justo hasta que Seedorf y Pirlo impusieron su poderío, manejaron el balón y empezaron a poner en evidencia la retaguardia inglesa. Tras el arreón inicial el bloque de Ferguson tiró del futbol directo. Con patadones destinados al portugués Ronaldo y al galés Giggs.
Fue el exterior zurdo el que dispuso de la ocasión más clara con una jugada individual que resolvió con un remate al palo. Después, Van Nistelrooy no pudo aprovechar un centro de Rooney.
Sin premio en el marcador el Manchester acusó su esfuerzo a la vuelta de vestuarios y la presión transalpina. Y el duelo se cerró, casi definitivamente, a la hora de juego. Cuando Hernán Crespo aprovechó con la cabeza un medido centro de Cafú.
Los argumentos se terminaron para el cuadro inglés. La reacción desde el banquillo fue tibia y la voluntad de los visitantes no supuso nunca una amenaza seria para la meta de Dida.
El Manchester tiró de empuje para acosar el área de su adversario, pleno de experiencia en estas circunstancias y conocedor de la situación. Los intentos de Rooney y Van Nistelrooy carecieron de fe y sus disparos, tres consecutivos en diez minutos, ni siquiera requirieron de la atención del guardameta brasileño.
Sin fe y sin argumentos el cuadro inglés murió en su intento hasta asumir la superioridad del Milán, que con su pase a cuartos reivindica su condición de candidato.
El Lyon vuelve a humillar al Bremen
El Lyon volvió a humillar con una gran goleada al Werder Bremen (7-2) por segunda vez en 15 días, en esta ocasión ante su público en un partido atípico de unos octavos de final de la Liga de Campeones marcado por las pocas esperanzas que tenían los alemanes tras el resultado de la ida y por la lluvia de goles.
Una noche acertada de Wiltord y Essien, con tres goles para el primero y dos para el segundo, permitió a los espectadores lioneses marcharse a su casa con la sensación de que el equipo puede llegar lejos en Europa.
Apenas habían terminado de celebrar un tanto y en el campo ya se cantaba otro.
El campeón alemán ha sido un juguete en manos de los lioneses, que resolvieron la eliminatoria en la primera parte de Bremen y se han dedicado los otros tres medios tiempos a disfrutar de su futbol favorito, el de toque y adornos técnicos.
Eso, unido a la relajación alemana, provocó una lluvia de goles en el Estadio de Gerland.
Nunca el Werder Bremen dio la sensación de salir a remontar una eliminatoria casi imposible. El Lyon controló los primeros minutos, jugó al toque y eso le valió para que a los ocho una combinación de Malouda permitiera a Wiltord quedarse solo ante la meta alemana y batir a Rainke.
El festival goleador no había hecho más que empezar y tras un tímido remate del paraguayo Nelson Valdez para los germanos, volvieron a tomar la manija del partido los franceses.
Essien marcó a los 17 minutos de un buen disparo desde el borde del área y volvió a aprovecharse de los rechaces de la defensa para conseguir el tercero en el 30.
Cuatro minutos más tarde Micoud aprovechó un barullo en la defensa gala para acortar distancias, pero los alemanes ni siquiera celebraron el tanto.
Los franceses prefirieron divertirse a hurgar más en la herida y el partido se durmió hasta el descanso.
Diez minutos de la segunda mitad bastaron a Wiltord para marcar de nuevo y, pese a que dos minutos después Ismael logró el segundo gol alemán de penalty, la lluvia siguió arreciando.
En el 60 Malouda aprovechó un pase de la muerte para marcar el quinto y cuatro minutos más tarde Wiltord lograba el sexto.
El brasileño Nilmar, que había entrado en el terreno de juego unos minutos antes fue derribado en el área germana y Berthod aprovechó el penalty para redondear el marcador.
