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'El modelo económico está enfermo'

Diagnóstico | La economía estructurada en punto de quiebra

Nos tocó perder con el TLCAN y la globalización, advierten

El Siglo de Torreón

(Tercera de cinco partes)

COMARCA LAGUNERA.- A partir del fenómeno de la globalización y la aplicación del modelo neoliberal, la pobreza en México se ha agravado. La falta de oportunidades y los trabajos mal remunerados, han obligado a millones de personas a dedicarse a alguna actividad informal, sin importar que algunas como la “piratería” y el narcotráfico sean penadas por la Ley.

“En México el modelo económico imperante está enfermo, es irracional y va en contra de la convivencia humana”, afirma el obispo de Saltillo, Raúl Vera López.

En su opinión, el sistema está diseñado para concentrar el capital en unas cuantas manos y si bien en teoría el esquema va a favor de que la riqueza permee hasta las bases, “la realidad es que esto jamás ha sucedido”.

Vera señala que en este modelo “se excluye con todo lujo de violencia” a la clase pobre y advierte que “el atender las necesidades de consumo de los que menos tienen ha pasado a segundo plano”.

Para el secretario de Finanzas en Coahuila, Javier Guerrero, el actual modelo económico que se sigue en el país, no resolverá los problemas de fondo. De ahí que sea necesario replantear varios aspectos y generar un ambiente de mayor eficiencia en el funcionamiento de su estructura de Gobierno en su sistema fiscal, de recaudación. Igualmente la orientación y enfoque de las políticas públicas debe dirigirse a quienes soportan actualmente la economía.

Por lo tanto, al visualizar a un México sin el flagelo de la economía informal, de quienes se dedican a actividades ilegales, al contrabando o a la “piratería” entre otros, dice que se refiere a un país con una estructura de mayores oportunidades, de mayor equidad y con fenómeno de distribución de la riqueza más horizontal y que no es otra cosa que mayor justicia social.

Rubén Calderón Luján, rector de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), considera que el principal escollo para lograr el pleno empleo, es el modelo neoliberal implantado en México desde 1982, por indicaciones del Banco Mundial y otros organismos detrás de los cuales se disfrazan las decisiones de los Estados Unidos.

Explica que el modelo neoliberal consiste básicamente en: adopción del mercado como elemento rector de la economía. Desplazamiento de la política económica por la política monetaria. Liberación total del comercio global de bienes y servicios. Liberación financiera, liberación total de los flujos internacionales de capital. Desregulación legal y normativa a las operaciones, sin trabas de los agentes financieros y corporativos (menos impuestos a las utilidades y facilidades de elusión). Desplazamiento del Estado y privatización de los activos productivos públicos y de los servicios colectivos. Apertura total a la inversión transnacional.) Liberación cambiaria de las tasas de interés (y de la especulación monetaria. Nuevas reglas a la propiedad industrial. A favor de las corporaciones, “como si viviéramos en tiempos de la Colonia.

Cuando aceptamos el neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio, pusimos a competir al tractor con el arado de bueyes, el telar eléctrico con el telar electrónico, como usted puede ver era una competencia perdida de antemano. Se le dio prioridad a la especulación financiera y se descuidó la producción económica. Independientemente de lo anterior nuestro gran problema es que carecemos de la industria básica, es decir, la industria elaboradora de los medios de producción, lo que nos hace dependientes de los países desarrollados. Lo mismo sucede con la industria electrónica y otras industrias de punta. Con el campo no sabemos qué hacer y con la educación, la Secretaría de Educación Pública está imitando modelos que fueron positivos en otros países, pero que quizá en México sea diferente”.

DIAGNÓSTICO | LA ECONOMÍA ESTRUCTURADA EN PUNTO DE QUIEBRA

EL GRAN FRACASO

Pedro Peralta Chavarría, investigador de la UJED, comenta que el éxodo de mexicanos a los Estados Unidos que es constante en el año, es resultado de la pobreza que hay en el país, porque “nos tocó perder con el Tratado de Libre Comercio y la economía neoliberal globalizada”.

Peralta Chavarría dice que uno de los principales problemas estructurales que enfrenta la economía nacional, que impide incorporar a la formalidad a los que sobreviven de las actividades informales, obedece a que el país no registra crecimiento económico prácticamente en los últimos 22 años.

“El sector privado se volcó a la exportación, sin enganchar al resto de la economía y desafortunadamente la situación se agravó por la desatención de esta situación”.

Ante esta tendencia, sostiene que el actual modelo económico en el país no podrá resolver algún día los problemas en todas sus vertientes.

Un ejemplo concreto es que jamás se podrá mejorar la situación que enfrentan millones de mexicanos si el país sigue creciendo al cinco por ciento anual, “tardaremos 40 años en recuperar lo que teníamos”, afirma.

“Sólo nos falta para acabarnos de hundir que se permita a las transnacionales exportar nuestro petróleo; aplicar el IVA a alimentos, medicinas, transporte, colegiaturas, etcétera y una Ley laboral que “flexibilice” las condiciones de trabajo, las reformas estructurales, pues”.

Rubén Calderón Luján, el rector de la UJED, comenta que para comprobar el fracaso del modelo neoliberal basta observar que de 1982 a 2003 el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), promedio anual fue de 2.2 por ciento, “pero si consideramos el crecimiento de la población, tal indicador queda reducido al 0.3 por ciento. Mientras que el PIB de 1940 a 1982, fue en promedio del .6 por ciento. Si esto no nos convence que vamos por el camino equivocado ni Aristóteles lo podría hacer”.

Agrega que no se puede dejar de mencionar que la deuda externa fue un mecanismo de presión para llevarnos a implantar el modelo que deseaban los Estados Unidos y las transnacionales. “Al mismo tiempo que es por sí misma un mecanismo de extracción de capital de los países pobres por los países ricos. Recientemente se dijo que el tercer mundo ha pagado ocho veces la deuda externa y debe 400 por ciento más. Por su parte México dedica el 40 por ciento de sus ingresos al pago de la deuda. En estas condiciones se requieren medidas drásticas e inteligentes para salir de esta encrucijada”.

Por su parte, monseñor Juan de Dios Caballero, obispo auxiliar de la Diócesis de Durango, afirma que ningún modelo económico aplicado en el país ha resuelto el problema financiero.

“Pienso que falta una educación integral de los mexicanos. Se necesita educar a los niños en el trabajo. Somos flojos los mexicanos por temperamento, por raza. No estamos educados para trabajar con responsabilidad y seriedad. Hacemos muy mal las cosas”.

PROBLEMA DE AÑOS

José Francisco Castro Mancillas, director general de Posgrado e Investigación y Comunicación del Institucional de la Universidad Autónoma de La Laguna (UAL), explica que las personas buscan una forma de sobrellevar la situación económica del país y se involucran en actividades de muy baja productividad que le restan potencialidad a la economía en su conjunto.

El catedrático dice que la problemática de generar oportunidades de empleo suficientes y bien remuneradas en el país se arrastra de muchos años, entre los que menciona fuertes rezagos en materia energética, fiscal, laboral, porque todavía los mercados mexicanos requieren una profunda revisión en su legislación y una adecuación a una economía que hoy es totalmente distinta a lo que fue hace 40 años.

“Juega un papel muy importante el tema de desregulación, tenemos una economía donde existe mucha complejidad en los trámites para la iniciativa individual empresarial, tenemos que simplificar y crear las condiciones más favorables para las empresas”, advierte.

“El sector público tiene que asumir un compromiso de mayor promoción en materia de infraestructura para que la iniciativa empresarial encuentre una tierra más fértil para sus inversiones”, añade.

Castro Mancillas expone que no se ha enfrentado la cuestión de manera directa ni se ha reconocido que la gran mayoría de las personas que se dedica a la informalidad lo hace porque no encontró otras opciones, pero también se debe asumir que la situación tiene graves costos para los ámbitos formales.

“Se tiene que buscar el equilibrio en estas dos situaciones, la mejor forma de hacerlo es plantear objetivamente el problema y tratar de minimizar los efectos de la actividad informal pero maximizando las oportunidades para la gente que no tiene otra alternativa mas que ésta”, señala.

Lerins Varela Castro, sociólogo de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C), dice que el problema de la economía informal en México no es tanto que se genere por sí misma, sino que son condiciones que se van creando por la falta de empleo.

Varela Castro indica que la economía se ha globalizado y se habla más de la importación de productos y servicios, ya no como traer la mercancía y venderla más barata sin pagar impuestos, sino copiarla y reducir los costos significativamente. “La generación de empleos es mucho menor a la creación de empresas”, comenta, “por cada dos empleos que se cierran se abre uno”.

Para el académico, “no hay políticas claras del Gobierno Federal ni de los estados que definan concretamente cómo resolver, primero, el problema del desempleo y segundo, una regulación más importante de la llamada economía informal, porque entonces sí veríamos que esto disminuye”.

CASTIGO A LOS MÁS POBRES

El obispo de Saltillo, Raúl Vera, considera que la esencia del actual esquema económico castiga a los grandes estratos de la población, por lo que a la mayor parte de los ciudadanos no le queda más remedio “que irse a los ‘clones’, a la ‘piratería’, pues a las grandes empresas no les interesa producir para ellos y además el costo de sus productos es inalcanzable”.

Revela que el sistema económico es irracional, ya que son pocas las personas con acceso a los productos que pagan impuestos.

“Es una economía que no tiene como fin el beneficio del hombre, sino el crear riqueza desenfrenadamente, porque de lo contrario no se sostiene; es un mecanismo inhumano, contradictorio a la convivencia”, afirma el religioso.

Advierte que una de las “principales enfermedades” de la economía es el dinero especulativo, “el dinero bofo” y como ejemplo citó que en el año 2000 la cantidad de dinero circulante en el mundo equivalía a tres veces el costo real de los productos que se encontraban en venta.

Rubén Calderón Luján, rector de la UJED, considera imposible que el modelo económico que actualmente aplica México le permita alcanzar el desarrollo.

“Porque el modelo neoliberal no está diseñado para el desarrollo de economías como la nuestra, sino para su explotación. México es un país que cuenta con todos los recursos necesarios para su crecimiento: humanos, naturales y energéticos, capacidad productiva y empresarial, recursos financieros, científicos y tecnológicos”.

Asevera el catedrático que el problema es esencialmente de organización económica. Explica que las economías de un país no se han desarrollado al azar, ni por el supuesto juego de las fuerzas del mercado. “La economía es un mundo complejo de recursos, actores, necesidades, normas, incentivos, políticas e instrumentos que desorganizados como en la actualidad originan una maquinaria ineficiente, desequilibrada, disfuncional. Todos esos elementos hay que organizarlos orientados con libertad y creatividad. Desde sus orígenes, la sociedad se organizó teniendo como centro rector al templo y después al palacio. Actualmente examinemos cómo se desarrolló China y la India. En fin, hay otros modelos alternativos como los que en Latinoamérica están ensayando Brasil, Argentina y Venezuela”.

Por su parte el investigador, Santiago Fierro Martínez, del Instituto Tecnológico de Durango, comenta que el principal problema hoy en día, es que la economía mundial, y la de México en particular, está dominada por las grandes compañías transnacionales, las cuales tienen su cuota específica de inversión, empleos y mercados difícil de modificar. Su objetivo principal es generar beneficios económicos y no precisamente generar empleos.

Explica que la existencia de esas compañías, hace difícil la existencia de otras que no estén dentro de su área de influencia, lo que inhibe nuevas inversiones, haciendo muy lenta la creación de nuevos empleos.

“De tal manera, que a los pequeños empresarios y a muchos mexicanos no les queda mas que realizar actividades, marginales en su mayoría, que les permitan colocarse en un pequeño nicho de mercado que todavía no esté muy ocupado por la influencia de esas transnacionales ni por las grandes empresas”.

Pece vs. tiburones

El investigador, Santiago Fierro Martínez, del Instituto Tecnológico de Durango, afirma que es muy difícil que con el modelo económico actual se resuelva el problema del rezago, y menos en todas sus vertientes.

“El modelo actual privilegia la libre competencia, sólo que en la actualidad compiten a nivel mundial y nacional tiburones contra peces. Parece claro quién ganará la competencia. En México tenemos muy pocos tiburones, y los que hay, están integrados a los que predominan a nivel mundial”.

Explica que las estadísticas muestran que con la vigencia de este modelo, se han concentrado los capitales, cada vez más, en unas cuantas manos, y que cada día hay más personas en el mundo con un escaso o nulo poder adquisitivo y cada vez hay más desempleados y emigrantes a los países ricos.

“No es fácil decir qué hace falta, el problema es complejo. Pero definitivamente tiene que impulsarse la creación de empleos de tipo tradicional, aunque esas medidas como lo muestra la experiencia internacional y nacional, eso sólo mitiga un poco el problema”.

Considera que debe apoyarse el desarrollo y consolidación de las actividades informales que se crean convenientes, para que beneficien en mayor medida a los que las emprenden, para que se regulen e igualmente aporten un triple beneficio al Gobierno (le generan ingresos fiscales, mitigan el problema del desempleo y benefician a la economía en general).

“Por último, consideramos que el Gobierno debe estudiar y explorar las medidas, que ya alguna vez se han tratado de implementar en otras partes del mundo, consistentes en disminuir las jornadas de ocho horas y considerar los salarios por horas con retribuciones que permitan una vida digna para el trabajador y su familia. Teóricamente si a partir de hoy las jornadas de ocho horas se cambiaran a cuatro, automáticamente habría el doble de empleos en el país. Si se cambiaran a seis horas podría haber un 30 por ciento más”.

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