EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

El muro/Nuestro concepto

La cereza en el pastel de la política migratoria de George W. Bush, la pretendida construcción de un muro fronterizo ha desatado en cascada, una serie de reacciones y posturas de condena y rechazo en prácticamente toda Latinoamérica e incluso en la propia casa del presidente estadounidense. Sólo para dejar constancia, a manera de testimonial histórico, uno de los periódicos más influyentes al norte del río Bravo, The Wall Street Journal –de tendencia conservadora-, considera que aspectos de la propuesta aprobada en la Cámara de Representantes son una “locura”, y anticipa que la medida no pasará en el Senado.

Y aún hay más: el vicepresidente de Guatemala, Eduardo Stein, califica de absolutamente intolerable y una afrenta para América Latina, el proyecto estadounidense de construir un muro en su frontera con México; “nos parece una verdadera afrenta hacia toda América Latina el que un Gobierno que se dice amigo y socio de la región quiera únicamente nuestro dinero y nuestras mercancías, pero ve a nuestra gente como si fuera una epidemia, nos trate como si fuéramos un subhemisferio de delincuentes”, sólo por citar una de las tantas voces de repudio contra una medida que George W. Bush apoya y se desvive en alabar.

A todo lo anterior, hay que sumar a los obispos de las Diócesis fronterizas de Estados Unidos y México, en voz del obispo de la Diócesis de Piedras Negras, Coahuila, Alonso Gerardo Garza Treviño, anuncian que manifestarán al Gobierno vecino su más enérgico rechazo al proyecto de edificación de un muro entre ambas naciones, ya que en lugar de ayudar a solucionar un problema ancestral de migración, enrarecerá las buenas relaciones bilaterales.

El también tesorero de la Conferencia del Episcopado Mexicano asegura que el pretendido muro tendrá como uno de sus principales efectos un mayor número de migrantes muertos en el río Bravo, pues intentarán cruzar por nuevas rutas que estarán llenas de peligros y también implicará un encarecimiento para los migrantes que pretendan cruzar la frontera, pues los traficantes de humanos cobrarán más por el reto que enfrentarán al tratar de acceder al llamado “sueño americano”.

Por todo lo anterior, sólo queda esperar cordura y un poco de razón en el Senado estadounidense para que la iniciativa regrese de donde nunca debió salir, el cesto de la basura.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 189240

elsiglo.mx