Nueva York, (EFE).- El guión personal del actor Marlon Brando en la película "El Padrino" fue adjudicado en una subasta por 312,800 dólares, lo que supone la mayor cifra lograda nunca por un libreto cinematográfico.
Este guión, subastado por Christie's y adquirido por teléfono por un postor anónimo, superó al que hasta ahora ostentaba el título del más caro en una subasta, que era el de Clark Gable en "Lo que el viento se llevó", vendido en 1996 por unos 245,000 dólares.
La firma Christie's realizó y una amplia subasta de objetos personales de la legendaria estrella de cine, formada por un total de 320 lotes, entre ellos, la túnica que utilizó en la primera película de "Supermán" o el guión de "Apocalipse Now".
No obstante, el objeto que alcanzó un mayor precio fue el libreto que el actor utilizó durante el rodaje de una de sus películas más aclamadas, "El Padrino", de Francis Ford Coppola, que incluye anotaciones escritas a mano sobre el personaje de "Don Corleone".
El segundo objeto más valorado fue la carta que el escritor Mario Puzo, autor de la novela "El Padrino", le envió a Brando pidiéndole encarecidamente que aceptara ser el protagonista de la película, pues podía aportar "la fuerza y la ironía" que el papel requería, según el texto.
La misiva fue adquirida en la sala por un coleccionista privado de Florida, que pagó 132,000 dólares.
Otros de los lotes que ha generado más interés han sido las colecciones de libros del actor, que abarcan diferentes materias, desde el arte hasta la psicología, y especialmente los que estaban dedicados, por los que se han pagado 45,600 dólares.
Dos carnés de conducir de Marlon Brando expedidos en California alcanzaron en la subasta la cifra de 30.000 dólares, mientras que la túnica de la película "Supermán" fue vendida por 9,000 dólares, y el guión de "Apocalipse Now", por 33,600 dólares.
Entre el resto de lotes, procedentes de su mansión de Mulholland Drive (Los Angeles), figuraban carnés de grandes almacenes de descuento, dos coches, sus aparatos de gimnasia y su mesa de futbolín.
También se han vendido gran cantidad de objetos de decoración de la casa, como muebles, vajillas y cuberterías, instrumentos de percusión, pinturas, objetos religiosos, y colecciones de películas de vídeo, entre otras.
