La evolución positiva de la salud del Santo Padre, de casi 85 años, fue corroborada ayer,en el parte médico que difundió la Santa Sede.
Roma, (EFE).- El papa Juan Pablo II continúa su recuperación en el Policlínico Gemelli de Roma, a la espera de reaparecer en público el próximo domingo para impartir la bendición apostólica tras el rezo del Angelus.
Así lo informó hoy el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, quien señaló que "el Angelus será como el domingo pasado: el Papa participará dando la bendición con las manos".
No obstante, "la confirmación al cien por cien la tendremos mañana", precisó a los periodistas congregados a la salida del Gemelli.
Navarro, que como todos los días acudió a visitar al Pontífice, aseguró que los ejercicios de rehabilitación "prosiguen bien", después de la traqueotomía a la que fue sometido el pasado 24 de febrero tras sufrir una crisis respiratoria.
La evolución positiva de la salud del Santo Padre, de casi 85 años, fue corroborada ayer, jueves, en el parte médico que difundió la Santa Sede, según el cual "la incisión quirúrgica (de la traqueotomía) está sanando y continúan diariamente las sesiones de rehabilitación y fonación".
Aunque Juan Pablo II inició el pasado lunes los ejercicios para recuperar la voz, de momento el próximo domingo el texto del Angelus lo leerá, como la semana pasada, el "número tres" del Vaticano, el arzobispo argentino Leonardo Sandri.
En aquella ocasión, el Papa se asomó por sorpresa a la ventana de su habitación la décima planta del Gemelli de Roma tras el rezo del Angelus e impartió la bendición apostólica a los fieles con un gesto de las manos, algo que previsiblemente repetirá el próximo domingo.
En el mensaje que leyó Sandri, Juan Pablo II pedía que se rezara por él y subrayaba el valor del sufrimiento, "que en un modo u otro -señalaba- nos llega a todos".
Por el momento se desconoce cuánto tiempo deberá seguir ingresado en el Policlínico Gemelli, un lugar en el que en más de una ocasión ha definido como su "tercera casa" después del Vaticano y de la residencia de verano de Castelgandolfo.
En este sentido, el Vaticano prefiere no aventurar ninguna fecha para el alta, y ante la cercanía de los ritos de Semana Santa ha informado de que el calendario previsto no sufrirá modificación alguna y que será el mismo Papa quien decida como participará, si se dan las condiciones.
Durante sus veintiséis años de pontificado, Juan Pablo II siempre ha presidido todos los ritos de Semana Santa, incluido el Vía Crucis del Viernes Santo en el Coliseo de Roma, aunque en los últimos años ya no lo recorría y lo seguía desde la vecina colina del Palatino arrodillado o sentado.
En cualquier caso, y pese a su convalecencia, el Obispo de Roma sigue de cerca la labor del Vaticano, y recibe en su habitación de la décima planta del Gemelli a sus colaboradores de la Santa Sede.
Esta semana ha recibido a varios altos cargos vaticanos, entre ellos el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Joseph Ratzinger, con el que tiene previsto reunirse de nuevo la semana próxima, al igual que con el secretario de Estado, el cardenal Angelo Sodano.
Al Gemelli también se han acercado numerosas personalidades y representantes políticos para interesarse por la salud del Pontífice y expresar sus mensajes de solidaridad y apoyo.
Entre éstos, el embajador de Israel ante la Santa Sede, que transmitió a Juan Pablo II una carta del Gran Rabino de las comunidades sefarditas, Shlomo Amar, que fue recibido por el Papa en el Vaticano el pasado 16 de enero.
En la misiva, que es "también una oración", según el representante diplomático, el Gran Rabino sefardita le desea una rápida recuperación y recuerda los esfuerzos que el Pontífice ha realizado siempre en favor del diálogo interreligioso y la paz.
