El Papa estará ausente de sus actos públicos previstos para mañana, así como de su audiencia el miércoles debido a la gripa que lo afecta.
Ciudad del Vaticano, (EFE) - El papa Juan Pablo II, que padece un proceso gripal, no tiene hoy fiebre pero como medida "de precaución" se ha decidido suspender los actos públicos previstos para mañana martes, así como la audiencia general del miércoles, según fuentes vaticanas.
El Pontífice tampoco presidirá la misa prevista en la Basílica de San Pedro el miércoles por la tarde con motivo de la Jornada de los Institutos de Vida Consagrada para evitar que se fatigue, indicaron las fuentes.
En el Vaticano, añadieron, no hay alarma por el estado de salud del Pontífice, de 84 años, sino la normal preocupación por un resfriado, que en este caso, de todos modos, es una patología más que se une al parkinson que padece y a las dificultades que tiene para hablar y respirar.
Juan Pablo II tenía previsto recibir mañana, martes, a los obispos de Suiza en visita "ad limina" (la que están obligados a hacer a la Santa Sede todos los prelados del mundo cada cinco años) y el miércoles celebrar la tradicional audiencia pública, que le permite reunirse con fieles procedentes de todas las partes del mundo.
El resfriado que el Pontífice padece se conoció hoy, después de que el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, informara de que habían sido suspendidas todas las audiencias previstas debido a un "proceso gripal comenzado en la jornada de ayer (domingo)".
El portavoz agregó, no obstante, que tal y como estaba previsto, Juan Pablo II sí recibió a los encargados de preparar el Anuario Pontificio de 2005, que le entregaron el primer ejemplar.
A pesar de ello, la alarma por el estado de salud del octogenario Pontífice se desató, ya que ayer, durante el rezo del Angelus dominical, se le vio tembloroso, con la voz cansada, ronca y con graves dificultades para hablar y respirar.
Según fuentes vaticanas, el Papa tuvo fiebre ayer y hoy por la mañana aún tenía algunas décimas.